El Hierro ha sido prehistóricamente el que dió lugar a un profundo cambio en los modos de vida de nuestros antepasados remotos, constituyendo una división en base a los materiales que utilizaban para sus herramientas. Así dividen la Prehistoria en el Paleolítico, Neolítico,y la edad de los metales (Cobre, Bronce y Hierro).
Pero El Hierro es además, y sobre todo, una de nuestras queridísimas y más maravillosas islas Canarias. Según algunos es considerada como la más «exótica» de todas. Sea como se le califique, lo cierto es que la belleza y las maravillas naturales que encierra son dignas de conocerse profundamente.
Hoy todos los «noticiosos» inciden en la alerta de posibles erupciones volcánicas debido a la gran cantidad de seísmos que está soportando en los últimos meses, y ello ha llevado a evacuar ya algunas zonas por riego de desprendimientos. Más vale prevenir.
Pero de lo mucho que se ve por ahí, poco o nada dicen de dónde obtener la información precisa al respecto. Tenemos un Instituto Geográfico Nacional, dependiente del Ministerio de Fomento, que entre otras cosas se dedica al estudio y vigilancia vulcanológicas de nuestro País. Merece la pena recorrer todo lo que ofrece este departamento de Volcanología en cuanto a la propia Red de vigilancia, informes de actividad volcánica y mucho más… Puesto que estos días la atención se centra en ese rinconcito de El Hierro, no estaría de más conocer cómo es el Volcanismo en las Islas Canarias, para hacerse una idea de por qué puede estar ocurriendo este fenómeno en unas islas cuyo origen precisamente está en los volcanes.
Aparte de que la seguridad de las personas está por encima de todas las consideraciones, y que considerar el riesgo previsible (o imprevisible) al que están expuestos sus habitantes merece todos los esfuerzos, desearía que la alarma quedara en eso simplemente y que el magma respete la vida y las haciendas de nuestros queridos Herreños.
Por último os remito a un artículo ya antiguo, de este blog, en el que os contaba cómo conocí el centro sismológico que hay en la Cueva de los Verdes, en Lanzarote.