El Principito es un libro extraordinario.
» Sé que en algún lugar del mundo, existe una rosa única, distinta de todas las demás rosas, una cuya delicadeza, candor e inocencia, harán despertar de su letargo a mi alma, mi corazón y mis riñones.»
Pero hoy no quiero hablar del principito, sino del PRINCIPE don Felipe de Borbón. Nuestro heredero a la Corona Española y Príncipe de Asturias, ha dejado de ser principito y se ha convertido en todo un Príncipe.
Ayer mismo se entregaron los premios que llevan su título y , por casualidad, encendí la televisión mientras pronunciaba su discurso final. En cualquier otro momento hubiera apagado el televisor o dejado de prestarle atención al discurso, pero algo «me retuvo» escuchándole hasta el final. No sé lo que fué lo reconozco, pero me mantuve atentísimo a cada una de las palabras que pronunció.
En unos momentos donde la continuidad de la Monarquía está en entredicho, atacada por distintos sectores políticos, más o menos radicales, la intervención del Príncipe me pareció exquisita desde todos los puntos de vista. Desde la oratoria y entonación llena de matices y «complicidad» con los premiados, su perfecta pronunciación en diferentes idiomas (no como otros…), y sus «cuñas» de temas de gran transcendencia para nuestro país, terrorismo, Constitución, etc. me parecieron propias de una personalidad totalmente madura. Dijo mucho más de lo que ponía el texto; con sus «gestos» ,emocionados a veces, transmitió serenidad y firmeza de convicciones.
Cuando acabó su discurso, puesto en pie para recibir los aplausos de los asistentes, percibí en su cara varias cosas fundamentales.
– El sí que se creía todo lo que había dicho, o sea que era SINCERO en su mensaje.
– Se le notó SATISFACCION por haber metido el dedo en la llaga de quienes atentan contra la libertad Constitucional.
– Se le notó EMOCIONADO al recibir los aplausos, así que demostró sensibilidad.
La Reina, por su parte, miraba «extasiada» a su hijo mayor que ya es todo un hombre, con el orgullo propio de una madre, pero además, como Reina, transmitió su aprobación al heredero de la Corona.
Ayer fué un día importante para el Príncipe, y para España. Ayer se ganó el respeto de mucha gente que, libre de prejuicios antimonárquicos, pudo constatar que tenemos un Príncipe formado a todos los niveles y dispuesto a asumir con serenidad la difícil tarea para la que se ha ido preparando.
Desde mi punto de vista El Príncipe va a tener mucho que decir próximamente y ayer no hizo más que dar unas pinceladas de su carácter firme y decidido. ¡Bravo por el Príncipe!.
Actualización: Ahora ya está el vídeo de su intervención: