Habreis notado que estoy cambiando en cuanto a mi «afición» por la Expo. Sigue siendo igual de atractiva, pero tras un mes de visitarla poco a poco, ya me van sorprendiendo menos cosas en ella. Sigue siendo un lugar ideal para dar un paseo y ver un poco más de cerca determinados paises a los que nunca podré visitar ni siquiera un instante. Pero lo que me ha hecho bajar la intensidad de mi curiosidad es lo poco sustancioso en cuanto al agua que contienen la mayoría de pabellones.
Una vez hechas la gran cantidad de fotografías que llevo colgadas en Flickr y Panoramio todavía encuentro algún rincón especialmente digno de retratar y por supuesto que seguiré difundiendolos para disfrute visual de quienes no van a poder venir en persona a verlos. Como por ejemplo estas que hice del pabellón de Turquía o las de animación callejera caribeña.
El único y gran pero que pongo a algunos pabellones es el de que lo que encierran es muchas veces poco acorde con el tema central de la Exposición, y el agua ha sido «forzada» a aparecer apenas como un par de fotos más o menos logradas de un río o un pequeño lago, por no decir que en otros es solamente una fuente de cualquier pueblo.
Sin embargo sigo y seguiré acudiendo con frecuencia hasta haber completado el recorrido de todos los pabellones y por supuesto algún que otro concierto nocturno que, como el del sábado a cargo de Toquinho y María Creuza, fué un auténtico deleite para los amantes de la múica y sobre todo a los que les gusta la bossa nova. Con el transcurso de los años no han perdido un ápice de su calidad tanto en la interpretación como en el cuerpo a cuerpo con el público. María conserva una voz espléndida y llena de matices y Toquinho hace hablar a su guitarra. Así que, sin quererlo casi, el cuerpo se movía con suavidad al oirles alguna de las más famosas canciones de Vinicius de Moraes, Joao Gilberto o Antonio Carlos Jobin.
El trío de músicos que les acompañó fué de una grandísima calidad un Contrabajo magnífico, Una batería magistral, y una pianista virtuosísima que deleitaron a todos con su más que sobresaliente interpretación.
Ay Vito mío si es que vas como una moto. M’alegro de que te guste. Y lo que no te dé tiempo a ver in situ aprovecha lo que pongo en el blog, porque en muchos pabellones lo que más vale son las fotos de los que los visitamos.
El día 23 visité por primera vez la Expo y me quedé impresionado. He estado en Sevilla y Lisboa y puedo comparar para certificar que ésta Expo de Zaragoza tiene una calidad superior. No he encontrado inconvenientes en ninguna de las quejas que había leído o escuchado. Desde el pabellón fuente a la jota del Pabellón de Aragón, desde la Torre del Agua al Hombre Vertiente hay inumerables espacios para recrearse. Lástima no disponer de mas tiempo. Sólo tengo un pase de tres días que serán a todas luces insuficientes.
Llevo unas seis visitas, cuatro de ellas con familiares y ya empiezo a estar cansado de recorrer pabellones que en algunos casos ni me acuerdo que ya había visitado. Ayer me chocó una cosa que hoy he visto reflejado en los periódicos, quizá le dedique una entrada.
Saludos