Hay siempre una gran confusión sobre lo que representa adquirir el carácter de Funcionario en una de las innumerables Administraciones de carácter Público que nos «sirven».
Este tipo de trabajadores se rigen por la ley 7/2007, de 12 de Abril, Del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP). Si la habeis ojeado está todo perfectamente ¿claro? y regulado. Tanto es así que SOLO se aplica a los funcionarios de carrera, es decir a aquellos que han adquirido la condición de FUNCIONARIOS, y NUNCA al personal laboral que trabaja contratado por la propia Administración, como es el caso de los controladores aéreos.
Desde que comencé a advertir de la posible inconstitucionalidad del R.D.-Ley aprobado por el Ministro de Fomento y ratificado en las Cortes, hasta hoy han ido sucediéndose muchísimas reacciones legales, como demandas, denuncias, etc. por personal afectado e implicado en dicha norma de ley. Pero la tramitación judicial de todas y cada una de ellas llevará un tiempo hasta que los Tribunales que entiendan estas causas dicten sus sentencias, para que sean recurridas y finalmente lleguen al Tribunal Constitucional…
Queda todavía mucho que ver, tanto que en muy poco tiempo casi todos los ciudadanos estarán hartos de oir hablar de estos temas. Entender de leyes es algo a lo que no estamos acostumbrados la gente honrada, ya que nos dejamos guiar por los abogados y acatamos las sentencias que se basan en ellas, sin saber a ciencia cierta más que algún título o un artículo que nos remiten a infinitas posibilidades de interpretación personal.
Pero cuando quien argumenta con conocimiento de causa, lo hace como Luis Ortega Alvarez, catedrático de Derecho Administrativo en la Universidad de Castilla-La Mancha entre otros muchos méritos, y que publica Aviación Digital, es digno de tenerse en consideración.
Puesto que el desconocimiento de la Ley no nos exime de su cumplimiento, hemos de acudir a las Fuentes del Derecho y mejor aún, a los expertos que son quienes a la larga habrán de abogar porque nuestros derechos no se vean vulnerados por una Ley injusta y, probablemente nula de pleno Derecho (ver capítulo IV de nulidad y anulabilidad) si se declara su inconstitucionalidad.
Así que mientras estemos en el paro unos, esperando a los que les llegue el turno, más nos vale ir estudiando algo de legislación. Por lo menos la laboral, ya que cuando veamos ante nuestros ojos un nuevo contrato, tendríamos que saber todavía más que lo que pone la letra pequeña.
Yo ya uso gafas de presbicia, pero ya voy distinguiendo perfectamente no sólo lo ecrito, sino lo que queda entre líneas… y a entender el Espíritu de la Ley.
Alcione, si es que son unos fenómenos. Creo que ambos deberían dar el salto hacia otros puestos más acordes con su capacidad de aprendizaje, por ejemplo a pregonero de pueblo e hipnotizador de serpientes respectivamente. 😉
Cosas por otro lado que necesitan del apoyo musical de una «turuta» y una «been» hindú http://www.naranjomusic.com/been-flauta-encantadora-de-serpientes-instumento-de-oriente-p-199.html
Paece ser que Mr Blanco, le pasa como el burro flautista. En un año de derecho, sabe mas que cualquier catedrático de derecho. Vamos, que nuestro presidente, íntimo amigo suyo, aprendió economía en dos tardes -)-)
Ricardo, ya sabes que estoy preparándome para, en la medida de mis escasas posibilidades, contribuir a que todo esto se haga «con luz y taquígrafos». Me temo que no hay oposición. Se han montado un contubernio tipo a lo que jubábamos de pequeños: «Tú la llevas…» o «Tú la pagas…».
Ahora me dejas a mí gobernar y no te meto en la cárcel porque estabas hasta las cejas de basura. Pero cuando te toque a tí me dejas que me lleve las bolsas con mis detritus. Estilo ex alcalde marbellí.
Así que nos calientan los cascos con lo que quieren y luego vuelta a empezar con el mangoneo.
Pues si Carlos, lo qu está mas que claro que tanto Gobierno y empresas privadas o no tanto se pasan por el forro la ley, la constitución y lo que haga falta, eso si de forma mas o menos oculta bajo una apariencia de pseudolegalidad a la espera de que «cuele». Lo malo es que aunque no «cuele», el hecho de tener tanto a medios de comunicación como oposición parlamentaria, si oposición, de alguna forma atrapados y compinchados con «acuerdos» ocultose inimaginables en una sociedad de derecho, les da la posibilidad de instituir como ley el atropello a derechos y la flagrante injusticia. Y lo peor mientras la justicia resuelve estas «leyes» son de obligado cumplimiento. Aqui es donde habria que plantearse de raíz el valor social de una «democracia» que ha llegado a tal tergiversación de su misma esencia que da paso a las imposiciones dictatoriales mas injustas e impunes.