Galileo Galilei es probablemente el científico más representativo del Renacimiento, cuya celebérrima frase: «Eppur si muove» (Y sin embargo se mueve), le consagró como una persona fiel a sus principios. Tanto si la frase fué realmente pronunciada o es simple fabulación, poco importa ante la genialidad y firmeza de carácter de semejante «cerebro».
Hoy quería presentaros al otro Galileo, el sistema de posicionamiento vía satélite desarrollado en Europa. El espacio es el nuevo territorio de «conquista» para los paises que quieren avanzar tecnológicamente, y por tanto económicamente, haciendo posible la explotación de los recursos que ofrece la tecnología espacial.
El proyecto Galileo surgió a partir del sistema estadounidense conocido como GPS (Global Positioning System) y en directa competencia con el mismo. Las ventajas que ofrece respecto de aquél son variadas, aunque la fundamental a mi modo de ver es la no dependencia de tecnología externa a la Unión Europea y su comercialización hacia terceros países cuyo desarrollo no les permite afrontar determinados retos.
España ha vuelto a quedar en evidencia ante la Unión Europea al oponerse al acuerdo que se firmó ayer mismo. Si la información es cierta tal como nos la cuentan, no puede uno dejar de sorprenderse ante una actitud tan «cerril» por parte de nuestros representantes. Evidentemente lo harían en «beneficio» de nuestros intereses ya que pretendían el establecimiento de un centro de control en nuestro país. Pero finalmente se dió el visto bueno, aun con la oposición española.
Me pregunto si el «empecinamiento» en su postura oficial responde a una firmeza de caracter como la del personaje que da nombre al proyecto, o bien es una forma más de nuestro gobierno de «reafirmar» su carácter independiente frente al resto de países de su entorno económico y social. Sería el colmo que lo único que han pretendido con esta postura fuese el poder decir, en contra de todos que: «Eppur si muove» pero totalmente fuera de contexto. Yo diría que, pese a la postura de los negociadores españoles: ¡Y sin embargo se mueve!…
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