A veces, hasta que no te toca algo así, no se aprecia suficientemente la gran labor de unos profesionales dedicados a «acortar distancias» a la gente. Me refiero, cómo no, a los pilotos de líneas aéreas. En otras actividades aeronaúticas, exactamente lo mismo, pero los paquetes de carga no chillan, el correo no tiene sentimientos y los vuelos militares tienen tras de sí las «obligaciones» de cumplir con una misión de guerra o de paz cuyas características entrañan un riesgo enorme aunque las condiciones meteorológicas sean estupendas.
En aviación general como aerotaxis, vuelos privados, ambulancias aéreas, helicópteros, Servicios Aéreos de rescate, etc., etc. Las circunstancias varían en la medida en que el servicio a realizar pueda ser demorado o simplemente anulado si ello fuese preciso. Pero… el transporte de pasajeros es «SAGRADO». Tanto que los primeros en arremeter contra los pilotos son quienes, por haber comprado un billete de pasaje, se creen en el sacrosanto derecho a llegar a su destino «sea como sea», porque de lo contrario el piloto (ni siquiera cuentan con el copiloto) es un malnacido que vaya usted a saber por qué se niega a hacer el vuelo.
Bueno, pues por estas cosas es por lo que a un piloto le cuesta tanto y está sometido a tanta presión como para «intentar» llevar a cabo su trabajo aunque las condiciones no sean las más óptimas. Ni qué decir tiene que los vientos racheados no son «excusa» para no ir, puesto que la racha está o no está como por arte de birlibirloque. Ora sí que hay, ora desaparece. Cuando se prevén tormentas también hay que ir, porque se desplazan, descargan o se forman más lentamente de lo que se prevé o ni siquiera se forma sobre el aeropuerto. De previsiones meteorológicas sabe ya mucho Doña Magdalena Alvarez.
Así pues, ¡si hay que ir se va!.¡pero ir pa ná es tontería!. Pero luego esos pasajeros que tienen derecho a ir, besan el suelo al estilo de Juan Pablo II, cada vez que les toca un día «torero» como el del vídeo de Bilbao. Y no besan al piloto en los morros porque el pobre está preparando el vuelo de vuelta y tal vez esté pensando que todavía le quedan otros cuatro o cinco vuelecitos como el que acaba de hacer. Total le pagan por eso, y encima ¡UNA AUTENTICA FORTUNA!, según algunos.
A lo mejor otros no habrían intentado siquiera ir, peró aquél fué, llegó y aterrizó. Lo demás es trabajo y nada de heroicidades, sencillamente trabajo. ¿Cuánto pagarías por no haber estado ahí?. ¿Ese piloto era mejor que otros?. ¿Le darías propina por haberte hecho llegar sano y salvo?. ¿Sigues pensando que no hace casi nada más que apretar botones?. ¿Te gustaría que fuera tu piloto siempre?. ¿Debería haber cancelado el vuelo en lugar de hacerte sufrir tanto?. De haberlo cancelado ¿le hubieras mentado a su madre?. Son cosas de las grandes faenas que siempre hay matices y división de opiniones. La mía esta vez me la reservo (con vuestro permiso).
Estrella creo que sabes más de lo que dices… Yo también, pero no siempre se está dispuesto a ir contracorriente de todo. A veces las fuerzas fallan y haces cosas que luego te arrepientes de haber «tolerado». Yo mismo aprendí a base de «errores», siempre «formativos» cuando son bien analizados, y extraes consecuencias de tu actuación. No compensa a nadie hacer algo mal y tentar a la suerte. Al final siempre toca. Por ello nunca quise comprar boletos para el sorteo, aunque a veces me «regalaban» participaciones y tenía que entrar en el juego perverso de la fortuna.
Pero tengo la conciencia muy tranquila de toda mi trayectoria profesional, así que ahora veo con los ojos como platos lo que está ocurriendo en las empresas de aviación.
No quiero entrar en polémicas, porque además no entiendo del tema…pero viendo las imágenes (repetidas varias veces en los telediarios) a una se le ponen los pelos de punta…igual no, pero da la impresión de que salió bien pero igual podía haber salido mal (quizás son apreciaciones mías…ya digo que no entiendo)
Yo hubiese preferido no salir de haber sabido la que me esperaba al llegar…que al final no pasó nada, no…pero el cuerpo de jota que se les debió de quedar, que??
Fastidia que te cancelen un vuelo por mal tiempo, pero oye…quién quiera emociones fuertes que se vaya a hacer puenting…a mi que me lo expliquen educadamente y me quedo en tierra tan ricamente a esperar que escampe 🙂
Supongo que tendrían que ser los pilotos del avion los que nos contasen de verdad los motivos por los que decidieron aterrizar…
Besos
Pedro, el aeropuerto nunca suele estar cerrado por viento (en general). Son los pilotos quienes, con el informe actual del tiempo, han de decidir si es aconsejable o posible continuar con la aproximación y a terrizaje.
Cada avión tiene establecido un máximo de viento cruzado «demostrado» y máximo permitido, tanto cruzado como en cola. Pero las condiciones reales y la experiencia global del piloto (y la acumulada en ese tipo de avión) son las que imponen el margen de seguridad propio que siempre ha de ser inferior al máximo permitido.
Al ver el video está claro que la pericia de los pilotos consigue que los aterrizajes se produzcan sin accidentes pero creo que en situaciones tan extremas como estas en las que cualquier fallo puede provocar una desgracia debería primar más la seguridad y no permitir que los aviones aterricen en esas condiciones.
Alguien tendría que haber cerrado el aeropuerto
Vito, maybe it should have been the perfect action to cope with windshear. But I suggest to be there to see the real feeling, the present circumstances and the better way to take action. Anyway, it’s always good what succesfully ends. That’s all my friend.
Go Around, Go Around, Go Around !
WARNING:
Safety is the primary goal.
Deviations of this asset should cause fatalities.