Cuando todo se ha globalizado las consecuencias de un mal control de calidad afectan a los consumidores de todo el mundo.
Hemos podido conocer dos importantes noticias «económicas» (aunque carísimas) que se refieren a la retirada de productos «peligrosos».
La primera es la de baterías de móviles de Nokia, fabricadas por Matsushita en China.
La segunda de juguetes Mattel, fabricados en China.
¡Qué casualidad!. Al final vuelve a ocurrir que lo barato…
Imagino que los chinos no tienen la culpa, sino la legislación en cuanto a los controles de calidad. De todos modos los grandes fabricantes mundiales siguen abriendo sus fábricas en este tipo de paises, donde los costes de producción son menores. Así que «apechuguen» con sus responsabilidades.