Este era el título de una excelente obra teatral de Antonio Buero Vallejo. Pero no es de esa obra de la que os quiero hablar.
La escalera es la escalera por la que subía un joven a buscar a su amada. Era la escalera donde ella había vivido toda su vida y cada uno de sus peldaños conservaba la huella de todos sus seres queridos.
Desde que su abuelo se instaló en el edificio hasta ahora, han pasado por esa escalera un montón de personas buenas. Cada una de ellas con su propia historia, cada paso arriba o abajo ha llevado con él un montón de cariño hacia los habitantes de la casa.
Ahora desde el zaguán artesonado se sigue subiendo a una escalera que se escapa en espiral hacia el infinito, como la misma vida.
Por esos escalones, por ese pasamanos pulido por muchos años de caricias, han ascendido ya cuatro generaciones de una familia extraordinaria y por ella seguirán subiendo y bajando la familia de Sebastián Gil.
Esa es la historia de esta escalera… por la que subí hasta llegar a mi amor.
¡no veas lo a gusto que subía por ahí!… y sigo subiendo. Aunque ahora mi amor está a mi lado… y subimos y bajamos juntos todas las escaleras. 😉
Las fotos son sugerentes, especiales y preciosas. Como el amor que sientes por ella.