Continuamos en fiestas. ¿Cómo lo llevais?.
Ayer el arte del que disfruté fué «culinario». Por evitar la aglomeración de la zona «centro» nos quedamos por la Plaza de San Francisco con intención de «visitar» las casetas de Gran Vía. Sin embargo comenzamos la «ruta» en «EL UROLA» (S.Juan de la Cruz, 9) y allí hicimos parada y fonda.
Las exquisiteces que ofrecían invitaban más a quedarse a vivir que a descubrir otros lugares. Así que nos dispusimos a probar todo lo que nuestro estómago reclamaba y pudiera soportar. Los ojos nos informaban de lo que se pedía a nuestro alrededor y hacían segregar más jugos en nuestras bocas.
Comenzamos con unas «Pencas rellenas» sublimes. En su punto, armónicas y además, al ser verdura, «de régimen» ; olvidemos el rebozado, el relleno y el fuá.
Como ibamos de «picoteo» seguimos con la verdura. La copa de «Borraja con pulpo y espuma de patata» hizo que nuestro concepto de la cocina popular aumentase hasta convertir a una humilde borraja en algo más que una «delicatessen».
Los chipirones a la plancha «en su justo punto» nos confirmaron que las manos del chef merecen un seguro más alto que el de casillas.
A pesar de nuestros esfuerzos por degustar todo lo que veíamos sólo pudimos con otra «copita», bacalao con boletus y espuma de patata. Muy bueno también y, aunque el afán había desaparecido, conseguimos acabarlo. Tal vez los boletus «apagaban» demasiado el sabor del bacalao, pero resultó más que un buen final.
A los aficionados a la «buena barra» (el comedor estaba lleno), os recomiendo una visita a este magnífico bar.
A los que preferís otros actos os remito al programa de hoy.
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eso es buen yantar, jeje