He recuperado la simplicidad y la sencillez… leyendo un poquito de lo que significa esta filosofía budista.
El zen persigue el derrumbamiento de toda nuestra falsa construcción mental alcanzando así nuestra mismidad. La emancipación de la conciencia, el encuentro con uno mismo integrado completamente en el universo, como mejores líneas de contacto con la realidad.
Estoy escribiendo frente a la lluvia, sintiendo el golpear de las gotas sobre el porche, y dejo que fluya el agua, arrastrando el polvo que cubre las baldosas, y me encuentro armónico con nada y por tanto con todo. El vacío del que habla, llena completamente ese mundo de nosotros mismos y es suficiente para sentir profundamente que tenemos todo lo que necesitamos en forma de nada…
Sintamos que no necesitamos otra cosa que paz interior y busquémosla en lo sencillo, sin distorsiones ajenas a nuestro verdadero ser. Os dejo reflexionar sintiendoos ZEN…
Eduardo, es lo que os deseo a todos este año, Armonía y paz interior… la exterior depende de otros. 🙁
Excelente actitud. Te deseo armonía.