Desde que el hombre se echó al mar, o conquistó el cielo, se ha empeñado en disfrutar de esos mundos de libertad y aventura desarrollando nuevas formas de desplazamiento en ellos.
Una de las mejores formas de conocer el mar es desde luego jugando con él. Esa manera de aproximarse al agua, primero saltando una ola, luego zambulléndote en él y quizás aprendiendo a navegar en un pequeño velero te permiten integrarte en el mar de una manera muy divertida. (En estas fotos hay un poquito de viento y mar)
En los últimos años el continuo buscar nuevas formas de disfrutar del agua ha hecho que se puedan ver «navegar» distintos tipos de artilugios encaminados a hacer deporte y desplazarte sobre las aguas de muchas maneras a cual más atractivas. Desde las primeras tablas de surf y sus Beach Boys, seguido del windsurf (o windsurfing), motos acuáticas, parasailing, ski acuático, etc. no hemos dejado de sorprendernos con nuevos inventos hasta llegar al Kitesurf.
El kite surf conjuga una serie de juegos más o menos tradicionales ya y que te permiten utilizar determinadas habilidades con un único objetivo: pasarlo bien en el agua. Manejar una cometa, sentir que vuelas con parapente y a la vez navegas sobre el agua dando saltos o haciendo acrobacias sobre una tabla, es toda una experiencia que resulta muy atractiva.
Si además todo ello se hace en un entorno donde el paisaje crea un escenario maravilloso donde disfrutar plenamente de la naturaleza, estamos ante algo que a cualquiera le encantaría poder practicar. A mí me ha llegado un pelín tarde, pero algunos de vosotros estais a tiempo de hacerlo y disfrutarlo.
Uno de los protagonistas de estos pequeños vídeos me dijo que es muy fácil aprender, apenas en tres días… ¿Os animais?