(autor dirkgroeger photostream )
Pero ni Carlos Pauner está como una cabra ni el desafío al que se enfrenta es un monte.
Las montañas a las que quiere subir tienen algo más de belleza, muchísima más dificultad, y no están hechas para subir corriendo como un choto.
Apenas ha llegado del Manaslu, del que tan sólo le quedaron 60 m. que pisar, y ya está preparando las mochilas para enfrentarse a una nueva mole.
El mismo me daba la noticia de que, a finales de Agosto, parte de nuevo al Tibet. El objetivo esta vez es: El Shisha Pangma, cuyo significado en hindí es «El trono de los Dioses».
Espero que este año se siente en el trono que tan merecidamente le espera. Tal vez no sea ningún dios, pero desde luego que a los que en él se sientan no les molestará compartir con él el asiento durante un ratito. ¡Suerte campeón!.