Ayer tuve ocasión de ver la magnífica interpretación de la Compañía de Antonio Gades en el teatro Principal de Zaragoza.
La adapatación de la ópera Carmen (Bizet ) , llevada a cabo por Gades en colaboración con el realizador aragonés Carlos Saura, es un derroche de «sobriedad».
Todo parece tan sencillo que sólo puedes mirar a los bailarines. No hay nada que distraiga la vista de los intérpretes. Desde que se abre el telón permaneces atento al escenario casi sin pestañear, mudo el público , para no perder detalle y aguantandose las ganas de aplaudir por no interrumpir.
Magnífica interpretación de los bailarines que, sin una palabra, transmiten todos los sentimientos de los personajes a los que dan vida.
A quienes nos gusta el Flamenco podemos disfrutarlo casi en estado puro, sin concesiones al flamenquillo de grandes almacenes, los amantes de la ópera tienen su oportunidad de disfrutar de varios pasajes de la misma, los que van por ver ballet también aprecian totalmente la representación. En definitiva nadie sale decepcionado.
Hay algo de espiritualidad en el momento, ya que flota en el aire el espíritu de Gades. Da la impresión de que él mismo está entre ellos aportando su arte. Así que os recomiendo verla cuando tengais oportunidad de hacerlo.
Los bises son una parte más del espectáculo. No escatimeis aplausos, aunque no hace falta recomendarlo, porque seguro que aplaudís con ganas.
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