La pirámide

Acabo de ver el vídeo que ponía Muycachondo en su blog. Como veis en él Leopoldo Abadía le cuenta a Buenafuente cómo funciona este tipo de estafas, refiriéndose al caso Madoff.

Evidentemente es tan sencillo como todo eso. Pero los actores fundamentales no son los estafadores, sino los propios «inversores». En España tenemos varios masters en timos, estafas y primadas varias,   La estampita, el misionero, el décimo premiado… y ¡los trileros!, o éste que nos descubre Unjubilado.

Hace muchos años se vendían por este sistema una serie de participaciones en un gran negocio, sólo comprabas una de ellas, y tú revendías dos, hecho lo cual te ponías en un listado del que eliminabas el primer miembro y te incluías tú. Cada uno de ellos ingresaba una pequeña cantidad al primero de la lista y así hasta el infinito.

Había otra en la que sólo mandabas un par de sellos nuevos en un sobre a una dirección de una organización benéfica, y le dabas la mayor difusión posible…

Ahora esto mismo se hace con fines nada claros cuando recibes una cadena de mensajes de buena suerte, de solidaridad, de cariño… en los que tu buena voluntad da continuidad a una farsa que siempre deja rastro en la red. Normalmente tu dirección de e-mail, a la que no paran de llegar spams desde el momento que alguien te incluye como destinatario-benefactor de su bondad.

Ahora no paro de recibir ofertas de enlaces recíprocos para aparecer como link en un montón de páginas, de blogs, que no interesan en absoluto, al menos a mí, así que sistemáticamente son archivados en forma de SPAM. No quiero releer mil veces la misma oferta de enlace.

Sé que alguno de ellos lo hace de buena fe, sin duda. Pero si hiciera caso de cada uno de ellos no habría espacio en el servidor para que cupiera la barra lateral por culpa del blogroll. No tengo muchos de ellos a la vista, hay muchos más que sólo visito yo y que no aparecen más que en el administrador.

Yo lo veo así. Imaginad que yo pongo 50 enlaces, que se han comprometido a enlazarme otras tantas veces. A su vez estos cincuenta lo reenvian a otros 50 para hacer lo mismo, etc… ¿cuántos visitantes de más tendría?… Ninguno. ¿Por qué?, pues porque cada uno busca lo que necesita o lo que quiere, así que el que llega a este blog espero que haya llegado a él por algo que no sea una cadena ficticia de interés.

Este espacio funciona sólo porque los que venís lo haceis de manera voluntaria. Ciertamente me alegra que de vez en cuando alguien destaque un artículo, o lo enlace en su blog. Pero de ahí a hacerme fijo como enlace hay una gran diferencia. No todo lo que pongo todos los días resulta de interés general, a veces igual sólo me interesa a mí y os meto una brasa que no va con vosotros. Pero seguís ahí sin engaños, sin trampa ni cartón. Porque espero que de vez en cuando acierte lo suficiente como para merecer la pena una ojeada a mis cosas.

Todo lo demás es cuento o engaño, y así no quiero subir en la pirámide de los blogs. Me conformo con lo que tengo, que es mucho y bueno, con los que habeis venido por aquí a volar conmigo.