Según dicen algunos medios de comunicación, el estado psíquico del comandante de Girjet «retenido» en Chad junto al copiloto y un auxiliar de vuelo, está alterado. ¡No me extraña!.Ignoro si realmente es cierto que su estado anímico está cayendo aunque no sería nada improbable. Una de las «funciones» que debe de realizar un comandante de avión es la de velar por la «unidad» de su tripulación. Una vez que el grupo se ha separado, por el feliz retorno de las azafatas a casa, sólo quedan tres personas de la misma detenidas en una prisión chadiana.
La responsabilidad del comandante sigue todavía vigente en cuanto a sus compañeros de viaje, y sin embargo la posibilidad de ejercerla ha quedado en manos ajenas y las acciones que desearía realizar no puede llevarlas a cabo.
Por otro lado se enfrenta a la posibilidad de ser encausado formalmente en un juicio por «colaboración» con un delito muy grave, secuestro de niños. Al margen de que estoy totalmente convencido de su inocencia, la situación por la que están atravesando es muy dolorosa. Su preocupación por los demás estará dando paso a la de su propia situación ya que, a nivel legal, cualquier actuación profesional está sometida a las leyes de navegación, a las leyes penales y, en este caso, al derecho internacional en cuanto a «delitos» cometidos fuera de tus fronteras.
El en particular se enfrenta a posibles penas de cárcel, que espero no lleguen a confirmarse, pero que le tienen que tener «agobiado».
Supongo que el cuerpo diplomático está realizando una gran labor de cara a esclarecer y determinar la inocencia de los tres tripulantes españoles, pero ello no quita para que «aislados» desconozcan estas gestiones de alto nivel. El Ministro de Exteriores pienso que debería haberse «acercado» a ellos para transmitirles el apoyo gubernamental de primera mano. Sin embargo se reúne en España con los familiares para salir en las fotos. No dudo que las familias estén pasando unos momentos de incertidumbre y zozobra terribles, pero más «amargo» es lo que están sufriendo los implicados directos.
En cuanto a la colaboración por parte del Presidente de la República Francesa, agradecésela especialmente, aunque la intencionalidad de la misma y los resortes diplomáticos que haya empleado sólo él los conocerá. Pero siento que nuestro propio Presidente se haya «relegado» a un segundo plano (salvo en las fotos) a la hora de afrontar un problema de esta índole.
Como «comandante» de su propio Gobierno debería haberse solidarizado más abiertamente con un «colega», entendiendo por lo que estará sintiendo una persona que se enfrenta a sus «responsabilidades» totalmente en SOLEDAD.
Vito mío, por decir cosas como esta te pueden llamar «facha». Lo malo del ejército precisamente es que tiene que obedecer órdenes, desde el máximo general hasta el último soldado. y aunque el Comandante en Jefe de nuestros Ejércitos sigue siendo el Rey, la orden viene dada por aficionados que pasan por el gobierno de turno con las ideas muy poco claras en la mayoría de ocasiones.
Hoy sigue siendo triste actualidad el Yak 42…Al final culpables los «subordinados», incluido un general de Sanidad… Los que dieron las órdenes eran politicos.
El episodio del Chad fue el resultado de una mala gestión empresarial, que derivó en la retención de unos profesionales, sorprendidos por tan nefasta organización ( de ahí la soledad del Comandante y su tripulación) y que culminó con un conflicto dipomático cuya gestión por parte del Gobierno español fue cuando menos discreta. Ahora bien, el Ejército está para lo que diga el Gobierno y el Rey, cumpliendo con las misiones que les son encomendadas por éstos.
Da igual si es inocente o culpable. Es español. Y Chad no es una nación, ni un Estado de Derecho, es un chiste y de muy mal gusto, por cierto.
Por eso se le deberia haber sacado de alli, por las bravas si hace falta, «con razón o sin ella»…
El Ejercito esta para esto, no para repartir compresas y caramelitos. Ya esta bien de mariconadas, coño.
Me ha impresionado especialmente ese dedo hacia arriba, en positivo, que el comandante muestra en las fotos de todos los medios. Les deseo también una pronta vuelta a casa.
Espero/deseo que les vaya muy bien. Pronto estarán de vuelta en casa, pero la odisea que están pasando les pasará factura en forma de «pesadillas». Pobrecillos.
Carlos, cada vez que oigo algo sobre ellos, me acuerdo de ti…
Comparto contigo que el piloto es inocente, no sé por qué me da que lo es, pero que la cara se le descompone conforme pasan los días, también lo veo…
Y lo que hay que agradecerle (su equipo sobre todo) es que ejerció de jefe cuando debió.
Le deseo suerte, la cosa me da la sensación de que pinta un poco mal, no?