Las azafatas no son chachas

Mi mujer me ha hecho ver que era un poco fuerte lo de las chachas en el post de pilotos… o villanos. ¡ Y tiene razón ! (casi siempre la tiene). No creo que se pueda interpretar como que yo pienso eso de ellas, ni mucho menos, sino que me refiero a la consideración en la que las tienen las propias compañías de aviación. Pero realmente son una parte muy importante de la «tripulación» del avión. De hecho su denominación actual es la de T.C.P. (Tripulante de Cabina de Pasajeros), aunque los antiguos seguimos diciendo azafatas.

Son tan importantes en el vuelo como que cumplen «demasiados» cometidos durante el mismo. Desde dar la bienvenida , ayudar a acomodarse, hacer cumplir las restricciones del «sitting» (¿cómo hay que sentar a pasajeros con características no habituales, como discapacitados, bebés, animales,etc.?), tranquilizar los nervios, servir de enlace entre los pilotos y el pasaje, informar del vuelo, etc., etc. Y muchas otras más. Pero en general las compañías intentan inculcarles que, casi lo más importante es atender a los pasajeros en cuanto a la comida y bebida y hacer que estos se encuentren satisfechos en todo momento con el servicio a bordo. Siempre es agradable que el vuelo sea cómodo y por supuesto que los bocatas y la comida sean buenos. Si las azafatas lo hacen con alegría y simpatía estamos cerca de la satisfacción plena. Pero de verdad que estos detalles , en mi opinión, no tienen porqué ser los parámetros con los que se valore un vuelo.  De hecho si la única misión de las TCP’S fuera ésa, ya hace años que darían una bolsa «PIC-NIC» al subir al avión.

Su cometido principal, y por lo que están a bordo, es para auxiliar a los pasajeros en cualquier tipo de «EMERGENCIA». Hay unas cuantas de mayor o menor peligrosidad y están preparadas para actuar correctamente en esas situaciones. Sin embargo a la mayoría de los pasajeros les importa muy poco el «show» de los chalecos, las salidas de emergencia, las posiciones para el aterrizaje, las luces, máscaras de oxígeno…

A los pasajeros habituales les suele parecer un «coñazo» verse sometidos una y mil veces a la «demo», como la llaman ellas, y sienten que ya se lo saben mejor que ellas (¡ A Noé le van a hablar de riadas!). A los que no suelen viajar tanto en avión , les parece algo simpático y se llega al «climax» cuando tienen que soplar por los tubitos del chaleco. A los que van con un poquito o un muchito de miedo les parece como «de mal gusto» que les asusten todavía más recordándoles lo que ,casi con toda seguridad, les va a pasar en cuanto despeguen. En fin que, en la práctica, la demo se ha convertido en un numerito que los «grandes humoristas» parodian continuamente en sus «divertidísimos gags».

Así pues me gustaría que todos nos diésemos cuenta de la importancia real que tiene el «oficio» de TCP. y para ello voy a poner una cita en el anecdotario que hace referencia a una actuación real de nuestras magníficas azafatas.

Ya sé que hay muchos TCP’S hombres, y no me olvido de vosotros, sólo quiero pediros disculpas por haber tratado durante todo el artículo de las azafatas, pero me ha resultado más cómodo hacerlo así. Además estoy realmente aborrecido de los políticos cuando nos sueltan lo de ciudadanos y ciudadanas, aragoneses y aragonesas, caballos y ¿caballas?, … No sigo porque me pongo enfermo. Pero todo lo anterior se refiere tambien a los excelentes Tripulantes de Cabina de Pasajeros (hombres).