Siempre nos da un poco de pereza pensar en la Declaración de la renta. Más aún si los mismos organismos que desarrollan el programa con el que realizan los borradores de nuestras declaraciones detectan errores que hacen que no se hayan calculado bien las desgravaciones y las deducciones a que podemos tener derecho.
Ya el año pasado advertí de la famosa casilla 737 cuya omisión redundaba en un claro perjuicio para quienes no se dieran cuenta de rellenarla o no considerasen que debían aplicarse la deducción.
Este año ya han detectado algunos errores que afectan a las deducciones por hijos o descendientes. ¿Seguro que no hay más?. Por si acaso recomendaría que no se firme el borrador que recibamos hasta no haber comprobado, punto por punto todas las cifras y cálculos que nos llegan de manera «oficial» por parte de la Agencia Tributaria. No es por desconfiar, pero tampoco hay que ser tan confiado como para pensar que estará bien hecha.
En cualquier caso, si no nos sentimos capaces de afrontar las variaciones que cada año hay en materia fiscal, o por evitarnos un par de horas de revisión, tendremos que acudir a los expertos para que lo hagan por nosotros, por una mínima cantidad nos pueden evitar tener que pagar unos cientos de euros de más. Al fin y al cabo son los Asesores Fiscales quienes están al tanto de cada modificación que se produce en la declaración anual de nuestras rentas. Y no son pocas las novedades que aparecen en cada ejercicio fiscal.
Así que ánimo, un papel, un boli y la calculadora… al final vamos a ganar más dinero que lo que lograríamos en nuestro trabajo habitual, salvo alguna pequeña excepción. Además informaron de que este año la mayoría de declaraciones van a resultar: A DEVOLVER.