Hay que ser de una pasta que yo no tengo para leer impasible el informe de progreso que ha emitido la CIAIAC en relación al accidente del EC-HFP, un MD-82, que mañana mismo hará dos años que se estrelló en Madrid Barajas.
Hablar de la CIAIAC, es tanto como hablar de investigación para prevenir posteriores sucesos aéreos. Sin embargo parecería que ha cambiado sus objetivos de independencia, ecuanimidad, y sobre todo imparcialidad a la hora de emitir un juicio previo sobre las causas de un accidente con víctimas mortales. Ni las víctimas ni sus familias merecen un trato tan manifiestamente «imprudente». (lo dejaré ahí, aunque yo lo calificaría de tendencioso…).
Siempre hemos creído y defendido esta comisión, como el medio para descubrir todas las causas que han sido, de manera mediata o inmediata, las culpables de cualquier accidente/incidente, y de sus informes se pretende siempre corregir, enmendar o mejorar sistemas o procedimientos con el objetivo último de incrementar la seguridad aérea.
Sin embargo acabo de perder la fé en dicha comisión. No porque crea que han investigado mal, o con falta de rigor, sino por la forma y el estilo de publicar sus informes previos, o éste de progreso que tienen obligación de hacer conforme a su propia forma de funcionamiento.
No se puede y no se debe dejar «en el aire» determinados mensajes abiertos a la especulación. No se debe señalar un culpable (sea quien sea), y meter todo en el socorrido saco del «error humano». Su función es señalar y analizar datos objetivos, emitir recomendaciones y «punto pelota». La responsabilidad civil, penal, mercantil, etc. se determina en función del Derecho y de los tribunales, que para eso están constituidos. Pero una comisión de investigación no es juez ni parte, ni mucho menos debe ser verdugo de un reo que ya no tiene defensa posible.
Yo no sé cómo soy capaz de escribir en un teclado teniendo las manos en la cabeza, y me entran ganas de echarselas a la pechera a más de un responsable de este disparate mediático y difamatorio.
No soy el único que siente este asco y rabia profunda por esta forma de actuar. Poquito a poco cada sector de aviación va sacando ya sus primeras estimaciones, sus prevenciones, sus reproches, y creo que ningún estamento aéreo dejará de hacerlo, porque esto ha sido una «puñalada trapera» a toda la aviación española (por si no le habían dado ya bastantes).
Este del COPAC, el de SEPLA y el de ASETMA.
Por Dios, señores míos, que estamos hablando de personas, muchas de ellas irrecuperables, que su honor y su dignidad están más allá de otros intereses políticos, económicos o de servicio a un amo. En el segundo aniversario del accidente no deberían haber actuado de manera tan rastrera e indigna con todo un grupo de profesionales que se dejan la piel en su trabajo diario. Ni los pilotos, ni los TMA’s, ni los controladores, son infalibles; por ello mismo se entregan intensamente a su trabajo, con responsabilidad y abnegación y, aún en el caso de un fallo humano con trágicas consecuencias, merecen todo nuestro respeto y consideración.
¡Pobres víctimas!. ¡Pobres familias! si esto es lo que les mandan desde la CIAIAC como «regalo de aniversario», más valdría que su hubieran estado en el despacho tocándose (…) y dejando de verter esa basura que va a dar mucho que hablar. Demasiado para lo que se pretende de una información objetiva.
Otra vez más mis condolencias a todas las familias de este accidente, y por extensión a toda la familia aeronaútica española que no se merece estos lodos que vienen de aquellos polvos.
Verdades de Barajas. Yo creo que sí que se entiende perfectamente la estrategia. Pero los ciudadanos normales, como somos la inmensa mayoría, no hemos sido adiestrados en el arte de la guerra de Sun Tzu (http://es.wikipedia.org/wiki/Sun_Tzu).
Ellos son los que han abierto las hostilidades, contra todo el mundo aeronaútico. Pero mientras haya gente con memoria y ganas de resistir, nunca pueden ganar más que batallas parciales.
Animo que tenemos mucho que decir todavía. 😉
Estimado Carlos,
no entendemos el juego de Fomento, llámese CIAIAC, AENA, AESA o DGAC, con las víctimas y poniendo en cuestión a todos los colectivos implicados en el sector aéreo.
Visto lo visto están esperando que el tiempo nos haga olvidar, y ahí debemos demostrarles que se equivocan.
Un saludo y excelente artículo.
Querido Ricardo, estamos viviendo el peor escenario imaginable en materia aérea de toda la historia.
Sinceramente tengo la suerte de no estar participando de este disparate que se ha montado. No quiero ni pensar en cómo me comportaría ahora viviendo el mobbing en todos los puestos de trabajo. Si antes las presiones recaían aisladamente en uno u otro grupo, y de forma intermitente pasaba la bola de manera casi individualizada.
Ahora es un TOTUM REVOLUTUM, y no se salva ya ni el apuntador. Pero esta barbarie, cuando se trata de hablar de víctimas, no tiene nombre. ¿Cuándo podremos emigrar?. 🙁
Evidentemente es un escandalo. Desgraciadamente como no podia ser menos la comision investigadora esta sufriendo tambien la epidemia de corrupcion originada por el desmorone de la etica y profusin de la pirateria organizada que aslatan frontalmente al mundo de la aviación. Estos poderosos parasitos de politicos y empresarios que todos conocemos van a succionar hasta la ultima gota productiva del mundo de la aviación en aras de su enriquecimiento propio comol sabes sin parar en medios y echando siempre la culpa de la miseria en seguridad y vidas humanas que su depredacion origina al probo trabajador que simplemente intento cumplir su labor lo mejor posible y en aras de la seguridad que no pudo mantener gracias a la corrupcion ajena.