(autor foto: DavidDennisPhotos.com)
Cuando nos refieren a la Real Academia de la Lengua Española (RAE) le aplican siempre estas tres funciones fundamentales para su existencia.
Pero como cualquier estamento demasiado rancio, acaba permaneciendo inmóvil, más que fijo, y algo cubierto de polvo y telarañas…con lo cual le queda poco de limpio y esplendoroso.
No quiero ni mucho menos criticar a lo que considero un bien cultural de primera magnitud, y que vela por la pureza del idioma que compartimos tantos millones de personas, pero nos hemos quedado rezagados en el desarrollo de nuestra propia lengua.
Los idiomas hablados son mucho más dinámicos que los escritos, asumen sin complejos cualquier «palabro» que no tiene un significado concreto, pero que cala pronto en todos nosotros debido al efecto de los medios de comunicación actuales. Quién no ha dicho alguna vez FISTRO, o CANDEMOOORRRR. Eso es mérito de Chiquito de la Calzada, que no es académico de la lengua, pero que ha creado escuela de idioma propio.
En la calle se utilizan expresiones más o menos permisibles gramaticalmente, pero que cambian totalmente el uso habitual que tenían: «Para nada…» como exclamación en lugar de «de ningún modo», «me la bufa» en lugar de «no me importa», etc. etc.
Pero lo que no puedo permitir a los lingüistas es la pasividad y la falta de creatividad que demuestran al no asumir el reto de crear nuevas palabras que sustituyan a los anglicismos que nos han invadido como una plaga bíblica moderna.
En cuanto vas a una conferencia de gente «a la última», empiezas a escuchar cosas como: «noujou», «marquetín», «fidbac», «meilín». (ellos lo escriben a su manera Know How, Marketing, Feed Back, Mailing…).
Y todos tan contentos. Ellos dem0strando a todos lo que saben de Inglés, los espectadores, incluso más cursis que aquellos, oyendo entusiasmados nuevas palabrotas que incorporarán a su lenguaje particular con tal de hacerse los entendidos en la materia ante los parroquianos del «pub» en el que se toma «unas birras» con los «colegas» que ni siquiera ejercen la misma profesión.
¡Puro disparate!. Hablamos como indios Cheyenne tras haber sido masacrados en su tierra, como un cingalés al que la Compañía de Indias acaba de expropiarle su plantación de té y como un Azteca después de que le hayan roto el reloj solar unos jinetes barbudos que le quitaron el oro ceremonial.
Nos han invadido la lengua, es decir las ideas… Cuando un cerebro «razona» lo hace en su lengua materna, traduce lo abstracto en símbolos escritos y en sonidos (fonemas), es decir en lenguaje. Así que una lengua es más que cuatro palabras mejor o peor utilizadas. Una lengua es un medio para poder pensar y transmitir saber. Es tan importante que me atrevería a decir que el propio idioma modifica la manera de pensar de unos u otros. Quizás las diferencias de caracter entre naciones esté motivada precisamente por la utilización de una lengua distinta. Que la cultura no ha hecho el lenguaje, sino al revés, la lengua es la que hace que haya una determinada cultura y ésta sea totalmente diferente a las demás.
Ojalá que a los creadores de palabras se les deje incluirlas en el diccionario de manera casi inmediata, en cuanto la utilicen un grupo de personas más o menos amplio. Ello enriquece siempre una lengua, la transforma, la actualiza y sigue siendo tu lengua, sin necesidad de incorporar nuevas palabras bárbaras, que minan desde dentro nuestros cerebros y cambiando nuestra idiosincrasia sin darnos cuenta.
En ello el Inglés nos lleva ventaja, de ahí su éxito, con apenas cuatro reglas gramaticales han construido un idioma que domina el mundo de la comunicación, que incorpora e inventa términos nuevos para nuevas necesidades y ello le ha llevado a ser el idioma con más número de palabras: 250.000. (alguna curiosidades sobre idiomas en 86400)
Así que animo a todos a pensar en Español, a inventar nuevas palabras y hacerlas útiles y usadas. De lo contrario acabaremos pensando como un inglés y viviendo como un español. Acabaremos sin identidad o sin pensamiento propio. Aunque tal vez ya ni siquiera sentimos la necesidad de pensar… con lo cual tampoco nos hace falta un idioma, ni siquiera un cerebro.
Jubi, ya ves. Hasta a los reacios a ello se nos cuelan cosicas. Entre los «blogueadores» suelo ser el único que hablo de mis artículos (no de mis posts). No comento de links, sino de enlaces. Tengo publicidad pero yo no hago marketing. Y sin embargo no sé cómo traducir «scroll» tal vez una «rulada» o un «subibaja»… Es dificil. pero por eso les he echado el guante a los filólogos-lingüistas-acade´micos.
Know How, Marketing, Feed Back, Mailing…
– Jubi, ya te has vuelto a confundir de blog…
Me parece que esta vez he acertado, y pensar que durante el reinado de Felipe II «el Imperio español dirigió la exploración global y la extensión colonial a través del Atlántico y Océano Pacífico, convirtiéndose durante mucho tiempo en el principal país y potencia europea en todo el mundo. Su imperio, el Imperio Español se convirtió bajo su gobierno en el primer imperio global, porque por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes, las cuales, a diferencia de lo que ocurría en el Imperio Romano o en el Carolingio, no se comunicaban por tierra las unas con las otras.»
Cooooooó y nos han ganado los ingleses?
Si, los medios de comunicación y nosotros mismos acudimos a palabras foráneas en detrimento de nuestro idioma.
Con lo fácil que es decir Ordenador en lugar de Computador, o Correo en lugar de Mailing…