Una buena aproximación a un aeropuerto exige estar siempre estabilizados y configurados para el aterrizaje antes de alcanzar los 1000 pies de «altitud». Si las condiciones son visuales se recomienda como mucho estarlo a 500 pies.
Pero centrémonos exclusivamente en lo que son las aproximaciones instrumentales, bien sean de precisión (ILS Cat. I) o de no precisión (VOR, LOC o NDB). Desde que se autoriza la aproximación hasta el aterrizaje, lo esencial es mantener la trayectoria en prolongación del eje de pista, y más aún la altitud referida a la elevación del aeropuerto, medida en presión (QNH), que nos dará siempre la separación real con el terreno.
Desde que en el descenso hacemos el calaje de altímetros, pasando por el nivel de transición cambiamos de la presión standard a nivel del mar en ISA (1013,2 mb.), a la presión actual en el aeródromo, para establecer correctamente la altitud en la que en el caso de una aproximación frustrada debemos iniciar el «motor y al aire», esa es la MDA.
Poner el Radio Altímetro como «referencia» adicional no debería ser una práctica tan extendida como en algunos casos ocurre. Sólo se aplica el RA en aproximaciones de precisión (ILS cat II y III), donde los mínimos se establecen precisamente es base a la Altura de decisión (Decission High), y requiere que la zona de aproximación esté perfectamente nivelada y que las marcaciones altimétricas sean exactas en toda la maniobra.
A quienes me «sufren» cuando insisto en estas cosas les pongo siempre el ejemplo del aeropuerto de Asturias (LEAS), haciendo la maniobra de aproximación a la cabecera 11, desde el mar. Es una maravilla con el día despejado, pero no tanto cuando hay mala visibilidad, o lluvia intensa.
He pintado una senda y localizador ficticios, con unos mínimos marcados con un rombo, y la zona sobre el agua con un círculo rojo. Como vemos el radio altímetro indica una altura mayor sobre el agua que la real sobre el terreno, y eso no es una buena referencia para tomarla en cuenta…
Me he aprovechado de esta imagen tomada directamente del Google Earth para que quede algo más claro el asunto.
Ay, jomio… ¿qué has hecho con el blog, que pensaba que me había equivocado de casa?
nada, Lamia… ¡renovarse o…! aburrir. Pero sigue siendo el mismo monje con distinto hábito. 😉