(autor Ernest Descals en Flickr)
Al menos eso podría parecer a quien no conoce la realidad de una jornada laboral «normal» de cualquiera de nosotros. Un pasajero poco frecuente parece que piensa que la tripulación hace el mismo trayecto que él. Un vuelecito corto y a disfrutar de la vida descansando en un buen hotel…
No tienen la culpa de pensar así, ya que es muy frecuente que nos fijemos todos en lo bueno que aparenta ser algo, sin conocer nada más. Cuando ves a una tripulación tomandose un cafe a primerísimas horas de la mañana es lógico pensar que en vez de estar trabajando al llegar a su puesto de trabajo están alargando el momento de ir a firmar. Pero a lo largo de la jornada hay muchas veces que pasas varias horas muertas hasta poder continuar con tus vuelos, hasta que te llega el avión que has de operar.
Otra veces les ves en el comedor – en un aparte- para no mezclarse con el resto de viajeros que sienten cómo les dispensan un trato de favor y les mantienen en una zona exclusiva en la que nunca les falta mesa. Lo que muchos ignoran que esos acuerdos con el restaurante están motivados porque el tiempo de que se dispone para comer a veces no supera la media hora y, si no comes entonces, habrás de aguantar un montón de horas a base de almendras y zumo. Porque lo fundamental para aguantar la jornada es haber comido para aportar la energía necesaria y no sufrir un desfallecimiento por una hipoglucemia. La hidratación es aún más importante ante el aire extremadamente seco que se respira dentro del avión.
La falta de oxígeno en la proporción adecuada, produce un efecto de mala oxigenación en sangre, por lo que en general un piloto experimentado supera con mucho los índices de hematíes en la composición de su sangre, para compensar el déficit de hemoglobina que transportan. Podríamos compararlo con el entrenamiento en altura de los deportistas que de este modo generan mayor número de células para el transporte y aumentan su rendimiento a nivel del mar. (En medicina este índice se denomina hematocrito).
A lo que íbamos era a que ayer se celebro en La Comunidad Europea el Action Day, en el que los pilotos reclamaban de las autoridades aeronaúticas un descenso en los límites de horas de vuelo. Hubo pequeñas movilizaciones de gente con uniforme de trabajo, se repartieron folletos informativos, se elevaron pancartas con el objetivo de concienciar a los responsables y a la opinión pública de un problema muy serio y que siempre se ha manipulado como un capricho de unos vagos. La actividad aérea y los límites de actividad, actualmente en vigor, permiten a las compañías cometer unos excesos que siempre redundan en lo mismo: LA SEGURIDAD.
A base de hablar tanto de ello parece que es la piedra filosofal para cualquier reivindicación de un colectivo tan poco conocido y tan denostado por la sociedad. ¿Recordais que siempre digo que si se pudiera elegir el piloto que te lleva, muchos habrías optado por volar conmigo?. Pues como veis no soy solo yo, sino muchos miles de pilotos que quieren servir a los intereses de sus pasajeros antes que a los de una empresa o unas autoridades que solamente piensan en términos económicos.
La Fatiga, en general, y en este caso la fatiga de vuelo, actúan de manera continua y progresiva, siendo acumulativas y llegando un punto en el cual no puedes recuperarte del cansancio salvo que ceses en tu actividad durante un período prolongado de tiempo, hasta que los parámetros fisiológicos han vuelto a la normalidad. Es un tema médico perfectamente evaluado y del que se han extraído muchísimas conclusiones cuya aplicación dista mucho de las recomendaciones que hacen estos informes.
Con éste gesto de todo un colectivo se aspira a una sola cosa, pero a veces lo mejor para acabar de entender un problema serio es hacerlo en broma. Intentad hacer un pequeño cálculo mental, diviediendo por tres cifras de cinco dígitos (p.ej. 37000 ‘, dividido por tres) calculad ahora la altitud que tendríais que tener a 200 millas del aeropuerto, intentad imaginar a la vez cuánto combustible teneis para hacer esperas, sabiendo que gastais -un suponer- 200 kg./h, etc y sobre todo haced esto después de pasar la noche despiertos con cualquier motivo… por ejemplo haberse bebido tres copitas (para simular la falta de oxigenación)…¿ a que no parece fácil?. Pues algo parecido a esto es a lo que se ven sometidos los pilotos, día tras día, hora de vuelo a hora de vuelo y así durante todos los años que están en activo.
La normativa en vigor actualmente es la Circular Operativa 16-B de la DGAC, aunque está siendo adaptada y modificada de acuerdo a la normativa europea que recogen las JAR OPS nº 1 en la subparte Q.
Algo debería despertar la conciencia letárgica de los responsables, y sobre todo que los usuarios de un avión pensaran por un momento que estas cosas no las hace gente despreocupada, ni mucho menos por vagancia. El juego de intereses es algo más que hacer apuestas basadas en estadísticas, porque en aviación ¡SIEMPRE TOCA!, pero no hay que comprar ni un solo boleto, no sea que te vaya a tocar a tí.
Jubi y más que eso, cambios de huso horario, vuelos totalmente nocturnos, vuelos en instrucción, meteorología nefasta, hasta siete saltos en un día, etc. etc. y si te plantas acabas como yo…
Vito pero las administraciones públicas lo que quieren son solamente los votos de la mayoría. ¿Qué más les da la calidad del servicio?. Lo otro es actuar en defensa propia… (ahora vuestra).
El transporte aéreo no puedo valorarse únicamente en cuentas de explotación positivas para las empresas dedicadas a éste negocio, pues el asumir que los beneficios que obtienen deben atender, en exclusiva, al ámbito económico no es atender la realidad del transporte aéreo, que cumple ademas una función estructural y de servicio que es indispensable, con lo que sonlas administraciones públicas las que ha de involucrarse con el sector para velar por ofrecer el mejor servicio posible.
Estos días estoy leyendo las huelgas que existen por tener una jornada más normalita. Los pasajeros tenemos un viaje corto o largo, pero allí se terminan nuestros problemas.
Los comandantes de vuelo y todo el personal asociado, hacen verdaderos malabarismos por tratar de cumplir con esas jornadas que por la falta de personal les obligan a hacer.
Saludos
Francha, en la trastienda de cualquier actividad, siempre hay mucho esfuerzo para llegar a dar el servicio que demanda un cliente. Ese esfuerzo siempre recae sobre todo el personal que colabora para conseguirlo, cada cual en su puesto. Pero en la aviación en particular, no se puede aplicar la forma de trabajo familiar que tan buenos resultados da a las tiendas de chinos: Abiertas 24 horas al día y durante todos los días del año. Es tan importante el descanso como la formación adecuada, la dispciplina personal, la entrega y el pensamiento único en el bienestar del pasajero. Todo lo demás es ecundario. Pero los gestores aeronaúticos sólo pretenden generar el mayor beneficio posible, con el menor número posible de personal… Política económica dura y sin pensar en las tripulaciones más que como meros instrumentos productivos.
Estoy de acuerdo contigo carlos no nos damos cuenta de lo que hay, delante y detras de un vuelo, las horas que echan la tripulacion y todo para enriquecimiento de las compañias
Buen vuelo