Ayer no quise nombrarlos (ni nunca), pero hoy nos han vuelto a poner de luto. Esta vez en Mallorca, tierra donde nacieron mis hijos y lugar de vacaciones de muchísima más gente que la familia Real española.
Hoy han conseguido matar a dos personas más en su ya dilatada trayectoria criminal, han matado a dos guardias civiles por la misma razón de siempre, generar miedo en todo el cuerpo y en toda la sociedad.
Dolor por estas muertes, nada más que dolor es lo que han traído a los demás. El resto, como tantas otras cosas de la vida, pronto será historia. El terrorismo desaparecerá más pronto que tarde y será inmediatamente olvidado, como cualquier pesadilla que hemos sufrido. Pero a estos dos guardiaciviles muertos por culpa de ellos nunca los olvidaremos. Ni a ninguna de todas las víctimas que les han precedido. DEP.
Mamen, de siempre he sentido esa tierra maravillosa como una parte importante de mí. Mis primeros recuerdos de vida son de Elizondo (que aunque está en Navarra es vasco en todos los sentidos), entre aizkolaris y bailando la jota vasca. Amo y siento Navarra y Euskadi como uno más de allí. Me siento muy afín a su forma de ser y comportarse. Creo que por ello es por lo que me produce tanto dolor ver estas cosas sin sentido y sin motivo. Y quienes más lo sufren son los que viven allí y quieren seguir haciéndolo sin odios y sin rencores, pero muy callados por el MIEDO que les han transmitido a lo largo de estos 50 años de historia terrorista en una guerra inventada por muy poquitos en perjuicio de todos. Como ves yo también me desahogo.
Estaba en el país Vasco esos días, así que sentí más dolor si cabe. Y es que cada vez que paso unos días en esa tierra maravillosa, en esa parte de España-igual que Aragón-……. me asaltan muchas dudas y muchos temores de que este problema del terrorismo vaya a acabar enseguida.
Me gusta andar por el monte y perderme con el coche por carretericas estrechas que llevan a aldeas y caseríos. En muchos de éstos, estaba el consabido cartel pidiendo el acercamiento de presos a Euscadi. De verdad que me dieron ganas de entrar en algún caserío y decirle a la madre: Señora, su hijo está preso y lejos, yo como madre, comprendo su dolor pero usted puede ir a verlo,cosa que no podrán hacer nunca las madres de estos chavales Guardia Civiles a los que han asesinado compañeros de su hijo, tan vascos y tan «patriotas» ellos.
¿Cuando se acabará esta lacra?
Nunca, nunca en nombre de una ideología, de una religión, de una raza,de nada, se puede matar, arruinar familias y hasta su propio «país».
Que Dios ayude a los vascos de bien, que por supuesto hay muchos.
Y perdón por el desahogo.
Clara y Pepe, como decía ayer, en estos casos todos somos como la guardia Civil, posibles víctimas inocentes de estos desalmados.
Qué triste, cuántas vidas truncadas, cuántas familias destruidas.
Saludos, seguiremos leyendo.