Ya sabeis de mi afán de dar cabida a todas las opiniones, a todas las argumentaciones a favor o en contra de cualquier artículo y tema. Hoy considero que un comentario merece ser por sí mismo todo un artículo y que sigamos reflexionando más sobre la Expo, hoy que se abre al público en apenas una hora. Ayer fué la inauguración oficial, hoy la apertura al público y creo que nunca está de más saber lo que piensan otros.
Al final cada uno se forja su propia opinión en base a datos, sentimientos y filias o fobias personales. Lo que sigue es todo un manifiesto de oposición a la Expo firmado por diferentes asociaciones y colectivos. Merece la pena reflexionar sobre lo que dicen y darles las gracias por haberlo hecho llegar a este blog cuyo autor si que esta a favor de la Expo, pero que entiende y comparte algunas de las dudas que se plantean en dicho comunicado. Gracias por aportar vuestra opinión.
13-Junio-2008 a las 20:26 editarPuesto que que no ha sido posible alcanzar un acuerdo consensuado sobre un
manifiesto común en la Asamblea Expo No de Zaragoza, convocante de la
jornada de acción global del sábado 14 de junio, los colectivos abajo
firmantes, participantes en dicha Asamblea, os ofrecemos el manifiesto que
sigue y os llamamos a participar activamente en todas las protestas
previstas.
Puedes dirigir tu apoyo a:
zaragoza@ecologistasenaccion.org
¿Por qué decimos NO a la Expo?
La Expo 2008 de Zaragoza ha traído consigo la “Gran Transformación” de
nuestra ciudad. Esto es lo que nos dice la propaganda oficial. Y sin duda,
Zaragoza se está transformando, pero… ¿en qué?
Las operaciones urbanísticas asociadas a los macroeventos (Expo, Fórum,
Copa América, Olimpiadas…) no son un efecto secundario sino su principal
razón de ser. A nadie se le escapa que, para hacer las exposiciones y
charlas previstas, hubiera bastado con la Feria de Muestras, la Multiusos
y algún otro espacio más. Pero ese no era el objetivo, claro.
Los tres meses que nos esperan de fuegos artificiales son la excusa, pero
también una pieza fundamental, para convertir nuestra ciudad en una
empresa dinámica y competitiva – una marca – que compita con otras
ciudades por turismo e inversiones. Para ello, Zaragoza, tiene que quedar
“bonita”, “limpia” y, sobre todo, generar “un ambiente propicio para los
negocios”.
El macroevento es una pieza fundamental para crear la ciudad-marca, la
ciudad-competitiva, la ciudad-empresa, porque acelera la transformación
urbana, pero sobre todo porque genera el consenso de los agentes
económicos y sociales, y el entusiasmo ciudadano alrededor de un objetivo
común: La Expo, que pronto se equipara con la propia ciudad. Así se va
generando un “patriotismo de ciudad” donde no hay intereses encontrados,
donde lo que es bueno para la ciudad es bueno para sus ciudadanos, donde
no hay apenas debate, donde no hay fisuras acerca del modelo de
desarrollo.
Y para triunfar, el tema elegido es muy importante. Sin duda una Expo
sobre maquinaria agrícola no hubiese despertado el mismo fervor social.
Siempre se eligen temas como la paz, el deporte, la cultura… Aquí se
eligió “agua y desarrollo sostenible”, con lo que, además, se ganaba el
apoyo de parte del tejido social que podría haber sido crítico con todo lo
que se venía encima. El problema es que lo que es bueno para atraer al
turismo y a la inversión, lo que es bueno para “la ciudad”, casi nunca lo
es para la gente que vivimos en ella.
La Expo nos deja una ciudad hipotecada por años, si no décadas, en una
locura de derroche (papeleras, bancos y fuentes exclusivos a 1.873 euros
la unidad, fachadas y edificios que se tiran al día siguiente del
cierre…) y de desfases presupuestarios consecuencia de las prisas. El
suculento negocio para los mismos pocos de siempre a costa de las arcas
públicas (de Zaragoza o de Madrid) ya está hecho. Al resto nos quedarán
unos servicios sociales camino de la precarización y la privatización,
unos mínimos presupuestos para cultura…
La Expo nos deja un río herido a su paso por Zaragoza, con un canal cavado
en su seno para meter barcos grandes para turistas. Un azud. Unas riberas,
por fin arregladas, tras la tala de centenares de árboles porque
ralentizaban el ritmo de las obras. Más de una decena de denuncias por
parte de organizaciones ambientalistas que han recibido el silencio por
respuesta.
La Expo nos deja un meandro de huerta periurbana convertido en un centro
de ocio privado (campo de golf, canal de aguas bravas, apartahotel..) y en
un parque empresarial a unos precios de risa.
La Expo nos deja una ciudad con la calle prohibida para su disfrute y para
la protesta. Cientos de nuevos policías de diferentes cuerpos, que han
venido para quedarse, se encargarán de los que nos quejemos, pero también
de los pobres y no tan pobres que quieran dormir en los parques, de los
que coman o beban fuera de un negocio, de los que jueguen…
La Expo nos deja una ciudad inabarcable, con nuevos barrios como Arcosur
que contaban con gran oposición política y social, hasta que por arte de
la magia de la permuta de terrenos de Ranillas, una parte de esa oposición
desapareció. Nuevos barrios con miles de viviendas nuevas mientras más de
50,000 viviendas siguen vacías en el centro consolidado de la ciudad.
Nuevos barrios en medio de una nada que habrá que urbanizar y dotar de
servicios mientras los barrios antiguos necesitan esos recursos para
mantenerse. Nuevos barrios que necesitarán el coche para moverse.
Pero sobre todo, la Expo nos deja en el camino de un modelo de desarrollo
devorador de recursos naturales y de personas, con esa lógica política que
prima el beneficio privado por encima del bien social necesaria para
“poner la ciudad en el mapa” y traer inversiones y turistas. Donde la
ciudadanía no somos más que mendigantes de trabajo, consumidoras/es y
público dispuesto para el aplauso. Y todo ello con la hipocresía de la
etiqueta verde como generador de legitimidad.
Por todo esto hacemos un llamamiento, no sólo a no colaborar con la Expo,
si no a luchar contra este macroevento y lo que representa, en la forma
que cada cual encuentre más oportuna; a resistirse contra este modelo de
desarrollo; a rebelarse contra la ciudad-empresa; a romper consensos
legitimadores; a crear resistencias.
La información que te falta en:
http://www.expo-no.es
Firman: Colectivo de Objeción y Antimilitarismo-Alternativa
Antimilitarista MOC (Zaragoza), Ecologistas en Acción (Zaragoza),
Asociación El Cantero de Torrero (Zaragoza), Espazio Alternatibo
(Zaragoza), CGT Aragón y La Rioja, …