Mote 2: El Gadget

(ver autor foto)

El primer día de clase en la E.N.A. (Escuela Nacional de Aeronaútica) de Salamanca, los miembros de la IXª Promoción asistíamos provistos de una simple carpeta con cuatro folios y un bolígrafo para ver cómo habría que prepararse de cara al curso que comenzaba.

Caras de extrañeza en unos, otros ya conocidos entre sí durante su preparación previa, algunos ya conocedores de la escuela y cada uno con la ilusión de su sueño convertido en realidad tras haber pasado y superado la entrada mediante oposición. Así que todos ¡Tan contentos!.

En seguida destacó M.A. por llegar blandiendo un portafolios de ejecutivo y su cazadora de vuelo en perfecto estado, por supuesto que recién estrenada. Sabíamos que el primer año de permanencia allí habríamos de ver los aviones desde el suelo, ya que habíamos de iniciarnos al vuelo con lo más importante de todo: estudiando y asentando la cabeza todavía llena de pájaros. Así que de volar durante un año completo nada. (Bueno en clase turista o bussiness previo pago del billete).

Aquel «extraño» alumno no sólo llevaba un maletín, sino que lo llevaba lleno de cosas impensables para asistir a una clase teórica de cualquier materia. Comenzó sacando una cámara fotográfica y varios objetivos, una calculadora de vuelo electrónica (no una simple calculadora científica), un piernógrafo, un Plotter, un calculador manual  aeronaútico con todas las conversiones posibles de unidades, un walkman, navaja multiusos de supervivencia, cronómetro, brújula, mapas, y un largo etcétera de utensilios entre los que imagino que había también papel y bolígrafo. Obviamente ya habeis imaginado lo que me recordó. ¡Efectivamente!, el inspector Gadget de los dibujos animados. Sólo le faltaba el gadgeto gorro-helicóptero. Pero creo que todo lo demás lo llevaba en el maletín.

Hoy sigue siendo conocido en toda la profesión simplemente como  «el Gadget», imagino que pocos saben de donde le venía el apodo, pero fué de una manera tan rápida que cuajó el mote que él mismo aceptó su nueva identidad con alegría y en el fondo dando la razón de que se lo había ganado a pulso.

También debo decir que es una excelente persona, estupendo compañero y noble de caracter, tan generoso con los demás que finalmente la mayoría nos aprovechábamos de sus pertenencias para salir de algún apuro mientras nos aprovisionábamos de lo que finalmente acabamos necesitando. Nunca se sintió incómodo con su apodo y siempre ayudó a los demás en todo lo que pudo. Así que gracias M.A. y un fuerte abrazo del «bautizador» .

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

6 respuestas a “Mote 2: El Gadget”

  1. Pues no, no tenía coche pero tampoco le importaba. De hecho creo que no tení ni el carnet de conducir por aquella época. Estaba más interesado en otras cosas más «marcianas»…

  2. Pues sí Suco, pero es que como contaba en las tripulaciones suele haber mucha rotación de personal y te quedas antes con el mote que con el nombre. Y además la gente es como cuando va a la peluquería, que le gusta cotillear de los demás…

  3. Un compañero curioso, la verdad. Yo los que he tenido durante la carrera venían ya con el mote de serie, o se lo ponían los compañeros de la residencia de estudiantes. Lo gracioso del asunto es que se siga usando una vez se dejan los estudios y se incorporan al mundo laboral 😛

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