Esto no haría ninguna falta si la gente normal fuese realmente normal. Porque con la pornografía infantil hay más de un «normal» que provoca naúseas.
Hoy se ha producido una importante iniciativa en internet para decir que NO A LA PORNOGRAFIA INFANTIL. Realmente es asqueroso sólo pensarlo, aunque no sólo está presente en la red, sino en las propias familias, aparentemente felices, en las que los niños son sometidos a todo tipo de abusos por parte de sus propios padres o familiares. Así que para solidarizarme con los promotores de esta idea me uno a ellos en una pequeña lucha contra estos indeseables. Les buscaremos, les encontraremos y les haremos sentir la miseria que ellos mismos portan en sus entrañas. (si es que las tienen).