Siguiendo la senda de la antigüedad, escribí un serie de fábulas dirigidas a mis compañeros de trabajo y a los directivos de la empresa.
Por supuesto que nada tienen que ver con las Fábulas de Esopo, gran maestro de este género, pero son un reflejo de nuestra vida laboral actual.
Cada una de ellas encierra un mensaje muy facil de comprender. Sin embargo alguna de ellas pareció dar en medio de sentimientos arrinconados en sus propios desvanes y levantaron cierta confusión sobre en quién estaban basadas. Ninguna, salvo la del Joven Palomero, tenía un destinatario concreto. Intenté reflejar ideas y comportamientos muy generales. El único objetivo de ellas era hacer pensar a todos en nuestros propios comportamientos.
Puedo decir que tuvieron una aceptación muy elevada entre todos. La distribución fué muy limitada, ya que simplemente la colgaba de los tablones de “avisos” de la compañía en todas las oficinas propias de los aeropuertos .
Quiero señalar que para el blog alguna puede resultar un tanto larga, pero en el momento que las escribí la única limitación que me impuse fué que ocuparan un solo folio. Ahora voy a limitarme a corregir erratas y algún signo de puntuación y os las ofrezco, con mucho cariño, tal y como salieron en su momento.
Para evitar, a quienes no tengan tiempo o ganas de leerlas completas, un “scroll” largo, he pensado hacer una breve reseña de cada una de ellas y crear un enlace en formato PDF. Así sólo la leerá cualquiera que tenga interés en ello.
Ojalá os gusten porque las hice con un relativo esfuerzo. La labor de síntesis en literatura es muy dificil. Siempre resulta más fácil escribir mucho para decir poco, que escribir poco y decir mucho.
Os invito pues a visitar la nueva categoría de Fábulas.