Hoy me he pesado en la báscula de baño que, aunque no es muy exacta, es con la que he controlado mi peso durante estos tres meses en que he estado a régimen. Ahora ya lo tengo que dar por finalizado puesto que he alcanzado el peso que me marcó el cardiólogo como objetivo.
Por mi elevada estatura de casi 1,67 m., mi ya provecta edad (a punto de los 50), y mi complexión (entre atlética y pícnica) me calcularon un peso ideal de 65 Kg. Si bien es cierto que ahora se basan más en el famoso Indice de masa corporal (famoso gracias a la Pasarela Cibeles y las modelos) y ello aplicando el factor de corrección pertinente me hacía recomendable llegar a pesar 70 kg. de vellón (en canal serían unos cuantos menos).
Comencé mi andadura rondando la obesidad (aunque yo sólo me veía gordo o con un cierto sobrepeso) pongamos que estaba entre 82,5 ó 83,0 kg. En definitiva que, para redondear, he disminuido mi masa corporal- mayoritariamente compuesta de grasa y algun hilo (ni siquiera fibra) de músculo- en 13 kg. Lo cual no está nada mal para haberlo conseguido en un plazo de tres meses.
Me he tomado la molestia de hacer los cálculos y salen unas medias aproximadas de:
-140 gr./día, o lo que es lo mismo 990 gr./semana ó 3.9 kg./mes. Y os aseguro que no he pasado hambre.
Lo que he hecho ha sido casi un «voto de salubridad» en el comer, simplemente cambiar la actitud de comer y la forma en que lo hacía. Eso sí con una firmeza espartana, sin concederme ni una mínima flaqueza de espíritu hasta conseguir estar casi un poco flaco.
He bajado de categoría pugilística de ser un «crucero» a «superwelter», aunque desde que tenía unos cinco años no recuerdo haber soltado un puñetazo ni siquiera encima de una mesa.
Os lo cuento por la satisfacción del deber cumplido y para animar a los que como yo andan un poquito excedidos de peso. Eso sí, y nunca dejare de insistir supervisado médicamente, los milagros que anuncian en las teles y propagandas varias, son unos «sacaperras» que pueden afectar a la salud de los «gorditos», y los cientos de regimenes de falsos «gurús» todavía son tan perniciosos o más que los «potingues» citados.
Las circunstancias médicas son distintas en cada persona y por ello a cada uno corresponde una dieta diferentre en función de su propia forma de metabolizar determinados nutrientes. Los adelgazamientos extremos producidos por alteraciones psicológicas tales como: las gravísimas bulimias o anorexias entre otras, coexisten en nuestra sociedad con la oferta opuesta de productos altamente grasos y muy promocionados por las grandes compañías de distribución de alimentos envasados de todo tipo.
La imagen que según la moda sería la óptima dentro de sus propios cánones de belleza, no concuerda de ninguna manera con lo que es tener un peso adecuado a nuestras características fisiológicas. Pero eso requiere mucha más profundidad y seriedad en el tratamiento de la que yo soy capaz de dar y vosotros de aguantarme.
Así que ánimo, si os sobran unos poquitines michelines al médico y a caminar un poco a diario. Si os sobran unos pocos más pues lo mismo pero durante más tiempo. Y así sucesivamente pero se puede lograr sin recurrir a magia ni exorcismos, simplemente se trata de comer bien. ¡Que os aproveche!.
Gracias, Lamia, en este artículo sí que sabía que dejarías un comentario. Sabía que te daría un poco de ánimo leer algo parecido a esto, aunque también dije en su día que no era ningún objetivo de los de final de año. Simplemente ha surgido como una necesidad y a ello me he puesto con todo el ímpetu que he podido.
Hoy me han confirmado el resultado de análisis y he conseguido todo esto:
Bajar 13 kg, reducir tres tallas o cuatro de pantalón, dejar de que me sangren las hemorroides (en serio), caminar con más agilidad, mantener a raya el colesterol y los triglicéridos, hacer que desciendan mis leucocitos (esto más
por dejar de fumar), y sobre todo encantado de haberme empeñado una vez más en algo que parecía difícil de realizar y ha resultado un placer espiritual pelearme conmigo mismo para no dejarme llevar por la abulia que me poseía. Así que fuerza y a lidiar tu toro. Yo espero para gritar olé y pedirte las dos orejas y rabo si hace falta.
¡Cómo me ha gustado tu post! Bandido, me has ganado por la mano. Yo he bajado catorce pero en casi un año… Y ahora, como ya te dije, ando de crisis y la báscula se me resiste. Me quedan ocho pero… todo llegará (como dice Amaral). Insito, felicidades.