Otra reclamación

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Hace tan sólo unos días que he puesto una reclamación, esta vez en un Centro de Salud. Por motivos personales me ha tocado ir ya varias veces a la consulta del médico de un enfermo grave, mi propio padre, para recoger recetas de un número elevado de medicamentos «paliativos». Puesto que su estado no le permite moverse de casa y mi madre hace las veces de esposa y de enfermera, tampoco está en disposición de ausentarse de casa de manera prolongada.

La cuestión es que a parte de esta necesidad actual soy profundo conocedor de la problemática del personal sanitario en todas sus facetas. Desde los médicos de los Centros de Salud, pasando por los facultativos de hospitales o clínicas privadas o públicas, hasta los servicios de urgencias del propio Salud. Es una cuestión de amigos y familiares dedicados a velar por nuestra salud.

Decía que fuí a pedir recetas y la Dra. que les atiende habitualmente estaba de vacaciones, por lo que sus pacientes se los han «repartido» entre otros médicos del propio centro sin poner una persona que sustituya a los que se toman un merecidísimo descanso. Como quiera que además las ciudades ya no se quedan despobladas durante los meses estivales, las consultas estaban a tope de «clientela». O sea que los enfermos siguen teniendo la mala costumbre de no curarse en verano y llenar los consultorios médicos habituales. De los centros turísticos mejor no hablar con el incremento poblacional que tienen que absorber.

Por si las vacaciones de verano de médicos y enfermeras no son suficiente como para contratar los sustitutos que se precisan, resulta que los médicos han de «cubrir» las urgencias que se producen durante su período de consulta; con lo que si reciben una llamada «urgente» han de acudir inmediatamente al comicilio de sus pacientes interrumpiendo la consulta que están llevando a cabo en esos momentos. Eso es lo que me ocurrió el otro día, con cita a las 10:00 LT fuí atendido por el médico a las 12:00, ya que le surgió una de estas urgencias a la cual tuvo que acudir de forma rápida dejando «empantanada» la consulta con un montón de pacientes esperando su regreso.

Visto y comprendido lo que están haciendo con nuestros médicos y enfermeras no dudé ni un instante en hacer una queja por escrito en el propio Centro de Salud. Por cierto que están encantados de que lo hagamos así. Llevan muchos años reclamando que las urgencias sean atendidas por personal dedicado a ello sin tener que interrumpir o demorar sus propias consultas, están solicitando un período mínimo de atención por paciente de al menos diez minutos, están poniendo de su parte todo el sacrificio personal pensando unicamente en el bien de sus asegurados, pero nadie les hace caso.

Evidentemente cuando hablé con el médico que me tocó le dije lo que había hecho para que no hubiera duda de mis intenciones, que nada tenían que ver con su compromiso personal y profesional, ni la de sus compañeros. Me dió las gracias por «colaborar» de esta manera desinteresada en solucionar sus demandas. El resto de personas que esperaban en la sala también dijeron que deberían haber hecho lo mismo que yo, pero no lo hicieron. Tampoco se le puede decir a nadie lo que tiene que hacer, pero desde aquí yo animo a ayudar a solucionar los problemas afrontándolos y reclamando cuando corresponda en el lugar adecuado. Todas las demás posturas resultan en lo mismo: NADA. Al menos yo seguiré intentando «colaborar». La queja que planteé era estrictamente referida a la «gestión» de personal del Salud, sobre todo en época de vacaciones.

A los que no estén de acuerdo conmigo sólo les pido respeto, y si discrepan, por lo menos que me lo comenten con la misma educación con la que yo suelo dar mi opinión intentando no ofender a nadie. Gracias.