Según fuentes nada fiables, parece ser que la visita del Papa ha sido un tremendo éxito aeronaútico. Con su sola presencia ha sido capaz de llenar de millones de personas un aeropuerto como el de Cuatro Vientos en Madrid.
Las consejerías de Transportes autonómicas están realizando apresurados estudios de viabilidad de cara a que el Sumo Pontífice realice viajes promocionales semanales a distintos aeropuertos españoles, hasta ahora deficitarios, para relanzar su operatividad.
Al parecer, la Diputación General de Aragón ha sido la primera en contemplar esta posibilidad, que califican de «milagrosa», para tratar de reabrir el aeropuerto de Huesca-Pirineos, tras lo cual miembros de AENA han manifestado que: «eso lo gestionaremos nosotros y mucho ojito con meter la mano en nuestro coleto…»
Según las mismas fuentes, se ha elaborado ya un plan de actuación inmediata considerando la posibilidad de crear un Ente Público del que formarían parte diversas compañías constructoras, entidades bancarias y empresas de catering para otorgar los derechos de explotación de dichos aeropuertos…
Según dicen otros el Papa ante este rumor ha manifestado en voz alta: «¡Dios mío!».
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