Posada de Villalangua

Villalangua es un pueblecito muy pequeño, con apenas 7 vecinos contados que residen habitualmente en él. Pero su ubicación está en el límite de la hoya oscense, todavía a las faldas de los Mallos de Riglos y con posibilidad de visitar caminando unos parajes increibles, Agüero, Salinas,etc. y muy cerca de Ayerbe.

Pero lo que ofrece sobremanera es tranquilidad. Para poder hacer «parada y fonda» inauguararon esta posada espléndida donde te ofrecen su casa sin más limitación que la de no fumar en el interior; está declarada como «zona sin humos».

El matrimonio que la lleva, Pilar e Isidoro, intentan hacerte la estancia tan agradable como pueden. Han cuidado hasta el mínimo detalle la decoración, habiendo creado su propia vajilla en cerámica que es, por sí misma una parte, más del encanto que tiene la posada. Mención aparte merece la extrema limpieza que  brilla en todos los rincones de la casa.

Pilar ejerce de cocinera tradicional con buena ejecución y sabores logrados, tal vez su salsa secreta «de pimienta» para acompañar al jamón asado sea sólo una muestra de su buen hacer. El desayuno completo te invita a conocer la repostería de la zona y reponer fuerzas para emprender la marcha.

Isidoro es quien «acarrea» los platos a la mesa, atiende a sus invitados con  «socarronería» aragonesa participando con sus huéspedes en la tertulia si hace falta, pero sin entrometerse en la conversación. Después de las copas un poco de Astronomía, instala su telescopio en la terraza y puedes ver la luna y las estrellas rodeado de quietud. ¡Una experiencia para los pequeños y un gozo para los mayores!.

Al marchar te vuelves con la mirada para retener en la memoria donde has pasado unos momentos muy placenteros.(Ver foto)