Gracias a las nuevas tecnologías de la información, hemos encontrado un nuevo medio de expresión, tan libre y universal, que empieza a producir miedo en los órganos de poder del mundo ¿civilizado?.
Ayer gracias a Dani Rivas ( Zaragoza Unica), que me invitó amablemente a difundirlo, me enteré del asesinato de un blogger iraquí que se dedicaba a criticar la invasión de Irak. Hoy Unjubilado ha seguido la lamentable noticia, y yo no quería declinar la invitación.
Solamente quiero añadir que no es ninguna novedad que alguien muera por «opinar» en contra del régimen instituido que sea. Los periodistas y reporteros (no sólo de guerra) son una de las profesiones de mayor riesgo. Los disidentes de cualquier gobierno totalitario son reprimidos, encarcelados y/o ejecutados por manifestarse en contra del poder.
Ya decía Don Hilarión que: «hoy las ciencias adelantan, que es una barbaridad…». Pero lo peor del caso es que, antes que la ley regule y proteja los avances científicos y sociales, la violencia se adelanta y gana la partida eliminando elementos indeseables (muerto el perro, se acabó la rabia). Lástima que haya ya tantos perros que padecemos la enfermedad de la libertad y la denuncia. La enfermedad de la rabia la padecen otro tipo de ALIMAÑAS.
Me reitero en lo antedicho. QPD
Lamentable noticia. La represión es mala cosa en sus miles de formas, el poderío insensible tiene que ser combatido con la palabra y la difusión.
Carlos, amigo, millones de gracias por sumarte al homenaje. Dices bien, muerto el perro se acabó la rabia. Estoy enfermo como tú, amigo, de esta enfermedad que se llama libertad de expresión. Y soy feliz, de padecerla y de compartirla contigo y con millones de amigos más.
Un abrazo,