Con este slogan en inglés ( German precision, spanish charm!) se promocionaba al principio la compañía LTE International Airways, en la que comencé mi andadura profesional. Todo un símbolo de lo que se piensa y pensamos sobre nosotros mismos en este país y fuera de él.
Ayer sin ir más lejos tuvimos ocasión de comprobar que seguimos en las mismas. No hemos cambiado nada en cuanto a planificación y desarrollo de eventos, por pequeños que sean. Siempre llegamos con la legua afuera a todo.
Decepción y rabia, frustración y vergüenza y muchos más sentimientos se despertaron ayer en los más de 30000 «cobayas» humanos que tuvimos ocasión de participar en el Ensayo General de nuestra deseada Expo 08 de Zaragoza.
Acudimos allí con la esperanza de certificar que efectivamente «SE HABIA LLEGADO» a tiempo. Pero…¡Qué va!. De eso nada. Por mucho que nos lo vendan para ahora mismo la Expo está sin acabar. Todavía quedan tres días, contando con el de hoy, para completar las obras, así que les daremos este margen extra de confianza.
Ya dimos cumplida cuenta de cómo iban las obras gracias a la invitación a los blogeros zaragozanos que hizo la organización. Ayer los invitados fueron los zaragozanos que actuaron como figurantes en el «experimento» . Y mi señora y yo entre esos miles.
Tal vez sea que hubieramos depositado demasiadas ilusiones en el proyecto, o que los pabellones están todavía sin decorar, o que el contenido sea un tanto pobre para tan magna obra. Pero yo sufrí una decepción que espero se me vaya disolviendo a medida que pueda disfrutar de la Exposición cuando esté definitivamente acabada.
Ayer me alegré de haberme quedado de nuevo sin batería en la cámara, porque de lo contrario el resultado habría sido «demoledor». A tres días vista de la inauguración está casi todo (sólo casi) manga por hombro. Maquinaria, trabajadores, polvo, barro y muy poca chicha que comer.
Zaragoza será y ha sido agraciada con el premio gordo de alojar la Exposición Internacional y por ello bienvenida sea. Efectivamente las infraestructuras permanecerán incluso tras las riadas, las comunicaciones y el desarrollo (¿sostenible?) de la ciudad han dado un paso de gigante que de otro modo hubiera sido improbable que se realizara. Pero o mucho cambia en tres días, o tanto esfuerzo habrá sido tan solo para eso, para justificar las inversiones en una Comunidad autónoma que llevaba años de demora respecto a otras.
La ciudad ya ha ganado y los ciudadanos también. Pero, en cuanto a mí, yo esperaba más, muchísimo más que un centro de interpretación de agua. Y también confiaba, por qué no decirlo, en que por fin hubiésemos sido capaces de haber cambiado nuestra forma de trabajar y haber hecho el slogan al revés: Precisión y organización española sin perder el encanto español.
Por lo que ayer pude ver eso no se ha hecho realidad así que suerte a los que están todavía trabajando a destajo para que puedan llegar a tiempo. La Expo será una maravilla pero… ¡Cuando esté acabada!.
Actualización: Hay quienes comentan en el blog, como si el que suscribe tuviera la culpa de ver y contar lo que ocurría. Les remito a lo que dice la prensa local par que les manden también sus quejas por hablar ¿mal? de las obras. Heraldo , 20 minutos , El Periódico
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Tomo nota, le comunicaré a mis allegados que no la visiten por lo menos hasta Julio, porque, como nos esperábamos, está todavía sin acabar… Que se le va a hacer, incompetencia hay en todas partes, lo malo es cuando se pone ganas, y te topas con ella.
Fernando, como siempre suelo pedir disculpas cuando he molestado a alguien con mis búsquedas de «alegorías» o metáforas con mayor o menor grado de acierto, te pido disculpas por lo de los cobayas. De hecho yo fuí con mi mujer y no tuvimos esa sensación peyorativa, todo lo contrario, acudimos con ilusión a ver el avance. Ello no debe ser obstáculo para transmitir una decepción rotunda ante lo que se ofrecía en aquél momento. Si me has seguido a lo largo de los meses, habrás podido comprobar mi grado de ilusión por el proyecto, mi reconocimiento a la ingente labor desarrollada y mi gratitud hacia quienes lo han hecho posible. Pero el objetivo de mi artículo era resaltar una vez más que en determinados momentos no somos capaces de superar nuestra idiosincrasia y hacemos las cosas a nuestra manera. Y siempre se puede mejorar. ¡Eso era lo que quería transmitir!. No siempre soy tan buen comunicador como debería así que asumo mi propia culpabilidad y te pido perdón por no habértelo transmitido mejor. Saludos.
Javier eso que dices de un alemán podría ser cierto. Pero he pasado muchísimos días de mi vida trabajando a y desde Alemania (cuando se unificó). Al llegar a Dresde o Leipzig, nada más haberse derribado el muro, aquello era como haber pasado el tunel del tiempo, hacia muchos años atrás. Sin embargo en apenas dos años habían construido cientos o miles de km. de nuevas carreteras, adaptaron la administración pública al uso occidental, cambiaron la flota de coches, remozaron pueblos y ciudades casi por completo, etc. etc. etc.. Y lo más maravilloso de todo fué que lo hacían sin que apenas te dieses cuenta de la magnitud de las obras que estaban llevando a cabo. Eso sí lo hacían sin el encanto de las molestias que aquí hemos llevado con tantísima dignidad y paciencia. Yo deseaba no haber tenido que esperar al 1 de julio para disfrutarla plenamente. Pero soy demasiado exigente. Saludos.
Estoy de acuerdo con Javier, de la experiencia que tengo con trabajar con centroeuropeos: ellos hubieran visto el cronograma, hubieran dicho que no se puede, y no se hubiera hecho.
El embrujo español está en aceptar desafíos que parecen imposibles. Y eso, a mi, me gusta.
Y yo que tenido la ocasión de ver el project management de Expo trabajar, ha sido una actuación espectacular: por el número de actores implicados, y por la coincidencia en el espacio y en el tiempo. Y teniendo en cuenta que la mayoría de las empresas que han intervenido no están acostumbradas ni de lejos a trabajar con tantas restricciones, el resultado, a día de hoy es notable. Y será sobresaliente en los próximos días.
No me gusta el «aunque sea pequeña» que dices, ya que la obra no lo es, en absoluto. Como tampoco el término despectivo «cobayas», ya que los invitados a la expo sabían que iban allí a trabajar: a probar las cosas, a hacer surgir errores, y a ayudar a mejorar. Entendería que te quejaras de que el pago es escaso, pues consistió sólo en ver la expo antes que nadie… cuando se podían haber estirado mas, y dar algún recuerdo exclusivo, por ejemplo. Pero del resto, ya se sabía a lo que se iba.
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Si a un alemán le dicen que solo tiene dos años y medio para hacer todo lo que se ha hecho aquí en ese tiempo te manda a paseo. Es cierto que casi todo está inacabado, pero las sensaciones son buenas y los pabellones principales son muy interesantes. Yo creo que para el 1 de julio más o menos podremos ver la Expo en todo su esplendor.