A partir de hoy notareis un drástico cambio en este pequeño espacio de libertad que pretende ser este blog. Libertad para que comenteis, libertad para llamar a las cosas por su nombre sin necesidad de emplear palabras soeces o insultantes, libertad para entrar o salir a placer de él.
Gracias a vuestra visitas y comentarios he creido llegado el momento de introducir algo de publicidad de Adsense. (Espero que no os resulte una molestia o incordio). Hasta ahora pensaba que era mejor no dar la lata puesto que tampoco iba a obtener unas cifras record de anunciantes. Sin embargo viendo que el propio David Meca se tatua publicidad en el torso cuando nada, ¿por qué yo iba a ser la excepción de todos los blogs del mundo mundial?. Supongo que no os molestara ¿verdad?.
Lo dicho, comienzo una nueva etapa y, aunque no creo que gane demasiado dinero con la publicidad, al menos colaborará a amortizar los gastos del dominio y alojamioento que ya sabeis tampoco son una cosa como para asustar.
Gracias Carina. Pero ya no soy tan ególatra como de joven. Ahora el blog se ha ido convirtiendo poquito a poco en una especie de «tertulia» entre gente amable y con ganas de «evadirse» de la TV, o de las noticias «oficiales». La auténtica razón de ser con la que inicié este espacio «personal», se ha transormado radicalmente y ahora la única razón de ser de Alas de Plomo SOIS VOSOTROS, los que lo leeis.
Pensaba que debía por lo menos avisaros de esta novedad que para algunos podría resultar, si no molesta, al menos un poco sorprendente. Sois vosotros los auténticos protagonistas de todas y cada una de las líneas y fotografías que aparecen en mi/vuestro blog.
no se porque lo aclaras ..este es tu espacio y haces con el lo que te da la gana..
los que te leemos lo hacemos por los contenidos y no por lo que adorna tu blog. asi que por mi como si queres poner fotos de rajoy en tanga ..te seguire leyendo….
un beso y que hagas» mucha caja»
Eso está hecho, espero poder pagarte hasta una tapita de anchoa con pepinillo.
Ya invitarás a unas cañas con el primer cheque