Llevamos unos días «asustados» por la patada de un «enajenado» a una menor en un tren. Nótese que digo menor sin hacer alusión a su FENOTIPO.
Lamentablemente este tipo de agresiones se producen cada vez con más frecuencia en muchos lugares de nuestro país, unas veces con tintes racistas, otras contra simples jóvenes por ir vestidos de diferente modo que su «tribu» o sencillamente como víctimas inocentes de un juego de rol.
En el caso actual todo se ha salido de madre debido a la enorme difusión que ha tenido a través de las televisiones y de la propia Internet. Todo el mundo opina en contra del joven, ha sido juzgado y condenado por el «tribunal popular». ¡A la cárcel con él!. No digo que no se lo merezca, pero eso lo tiene que decir un juez (de los que han aprobado una oposición). A los demás sólo debería importarnos que se le aplique la ley de forma justa.
Sin embargo nos estamos rebelando contra una decisión judicial que no difiere en nada de la que se suele aplicar a este tipo de acciones. ¿Qué tiene ésta de diferente a las demás?. Pues creo que lo único de diferente es la «evidencia» que proporciona un vídeo ampliamente difundido «ad nauseam»; y por supuesto la «carnaza» noticiable que han «inflado» los medios periodísticos. Lo están convirtiendo en protagonista de todos los noticiarios, se hacen estudios psicológico-psiquiátricos del individuo, se le ve tomando cañas, haciendo declaraciones … Luego dirán que los jóvenes se dedican a hacer fechorías y colgarlas en Internet para disfrutar de ellas. Si seguimos por este camino no auguro nada bueno.
¡Basta Ya! de dar aire a este tipo de noticias. Se rumorea incluso que las televisiones le están pagando para obtener entrevistas en «exclusiva» con este energúmeno. así que los que anden un poco «apretados» con la nómina ya tienen una fuente extra de ingresos. Basta con que la «fechoría» sea lo suficientemente llamativa como para que te «soliciten» todas las televisiones pero que no te lleve a la cárcel inmediatamente. Así de sencillo, es lo que están transmitiendo estos defensores a ultranza de la libertad de información.
Ruego que nos informen dentro de un tiempo de la sentencia definitiva que se ha «ganado» y nada más. No quiero verle la cara todos los días en todos los programas ni en todos los periódicos.
Nota aparte: por estos mismos motivos nunca he comentado el circo que se ha montado en torno a los padres de una niña que desapareció en Portugal. Ni siquiera quiero dar su nombre porque todo esto, para mí, es un disparate mediático.
Creo que hay mucha gente que piensa lo mismo o parecido respecto de la televisión. Pero debe ser minoría. Intuyo que muchos hemos optado por leer o escribir un blog. Cuando las teles lo hacen será por algo y aprovechan el morbo de todos para desmenuzar esas noticias que deberían de pasar al olvido inmediatamente.
Yo creo que, por fortuna, muchos pensamos como tu. Pero ¿cómo hacer saber a los medios que no nos interesa su basura?.
(soy muy despistada, Alas, si regresas por La bernarda vuelve a presentarte, soy una pésima fisonomista). Un saludo
Pingback: Zaragózame | Puro morbo
Estoy contigo, Alas. Ayer dejé un comentario en este mismo sentido en el post que había escrito Unjubilado. Creo que muchas veces el papel de los medios no responde a lo que de verdad es necesario. Hay actos como éste que, aún teniendo claro que es una felonía absolutamente injustificable, no puede obtener un castigo justo por la presión que ejercen los medios de comunicación.