Relevo en Nefinsa

Nefinsa, propiedad de la familia Serratosa de Valencia, es uno de los  grupos inversores de mayor dinamismo y apuestas de futuro.

Tras la venta de Valenciana de Cementos (ahora Cemex), inició un nuevo plan estratégico de inversiones en nuevos proyectos encaminados a posicionarse en otros mercados, donde las nuevas alternativas de futuro pasaban por cuatro grandes sectores: Aviación Regional, que entonces había fracasado en Binter Mediterráneo por estar incluída dentro de Iberia, y apostaron por Air Nostrum y participando también en Bombardier y ahora en Vueling ; Telefonía Móvil, cuyo gran desarrollo a nivel de usuarios estaba comenzando y surgió Nefitel que se vendió a Todofon;  Energías renovables, mediante la participación en parques eólicos a través de Gamesa y cómo no en Plantas de reciclado, cuya implantación a nivel social ha alcanzado unos altos niveles de participación en la recogida selectiva de basuras.

Así pues podría hablarse mucho y bien de esta familia, como empresarios siempre a la vanguardia. Además recuperaron su caracter dentro del mundo de la construcción comprando URALITA cuando ésta estaba en una difícil situación económica y consiguieron reflotarla a base de eliminar divisiones que generaban pérdidas, como la de sanitarios, y potenciaron otras para acceder a los mercados emergentes en la Europa del Este.

Hoy podemos ver en Aviación Digital que el hasta ahora presidente del grupo, Don Emilio Serratosa, cede el mando a uno de sus hijos, Javier, quien dese ahora pasa a ser Presidente de Nefinsa y de Air Nostrum, mientras que su hermano Gonzalo queda como director General de Nefinsa.

Quiero destacar de todos ellos que el ejemplo de elegancia y discreción con que subían a sus aviones era de total respeto hacia sus empleados, cualesquiera que fueran, y sin hacer ningún alarde de lo que significaban, mezclándose con el resto de pasajeros sin hacer uso de las prerrogativas a las que por su relevancia hubieran podido acceder. Viajaban siempre como uno más, sometiéndose en todo momento a los mismos controles, las mismas colas, y sin utilizar en ningún momento el tratamiento de VIP que les correspondía.

Tal vez un relevo en la cúpula abra nuevas expectativas en materia laboral. Si Don Javier Serratosa toma las decisiones oportunas, conseguirá crear por fin una empresa (y me refiero exclusivamente a Air Nostrum) digna de su calidad humana.

Como no formo parte del Consejo de Administración de Nefinsa es muy difícil que le lleguen mis cavilaciones al respecto. Pero si pudiera hacérselo llegar le recomendaría muy insistentemente la destitución de ciertos directivos de Air Nostrum cuya labor ha sido durante los últimos años un gran lastre para la armonía laboral y el compromiso de sus trabajadores.

Un cambio en la cúpula directiva del Consejo de administración conllevaría el cese de, por ejemplo, su Consejero Delegado,  del director de Area de Producción, incluso del Director financiero y de la Jefatura de Recursos Humanos, y por supuesto de  las Direcciones Generales, por haber demostrado que no han sabido afrontar con eficiencia la crisis que se les ha venido encima y han optado por la solución más fácil: Despedir a un montón de indefensos e inocentes empleados. Ante grandes crisis, grandes soluciones, y la familia Serratosa siempre ha demostrado que sabe lo que tenía que hacer.

Felicidades a los dos hermanos por sus nombramientos con la esperanza de que modifiquen totalmente la estructura de la que debería ser la mejor empresa de aviación regional Europea, pero hacia adentro, no sólo para optar a los premios ERA.

Una nueva Air Nostrum, donde los trabajadores tuvieran simplemente la consideración de seres humanos, sería una GRAN Air Nostrum, mientras tanto es un lugar de trabajo más, donde lo que menos importa precisamente es la satisfacción de los trabajadores.