La república Dominicana se encuentra localizada en una gran isla del Caribe cuyo nombre inicial fue el de «La Española». En la actualidad dicha isla se encuentra dividida políticamente en dos países siendo el segundo de ellos que la ocupa Haití.
Hay una pareja de novios que se van de viaje de «idem» a pasar unos días de amor y playa en este paraíso de la naturaleza y querían saber algo más que el tiempo que va a hacerles por aquellos pagos. Dado que tuve ocasión de hacer un montón de travesías hasta Puerto Plata quería hacerles un par de recomendaciones de turismo.
En primer lugar el mar y los colores son totalmente distintos a los que conocemos en las costas españolas. Nada que ver con el color de nuestro Mediterráneo donde predomina el azul con tonos turquesa, ni el más oscuro «marino» del Cantábrico. Allí el color del agua límpida y transparente siempre es más brillante si cabe, dada la casi nula contaminación del agua. Esta refleja el color del cielo y se matiza con los colores del fondo, haciendo que la experiencia del baño con gafas de buceo sea una delicia. Hacerlo viendo los tonos de los corales es una magia de dificil explicación y lo mejor es experimentarla, disfrutando a la vez de los miles de peces que se acercan a verte a tí.
La gente Dominicana es alegre y cordial, acostumbrados ya al trato con los turistas a los que nos llaman «gringos» y dedicados a hacerte la vida lo más agradable posible durante tu permanencia allí. La mezcla de colores en su piel se lleva con absoluta normalidad y nadie es distinto a nadie por estar más o menos moreno. A los españoles nos llaman «hermanos» y nos tratan con gran cariño, lo cual no quita para que intenten sacar provecho de su principal y casi única fuente de ingresos, los turistas.
En las playas la oferta es enorme de todo tipo de «lujos», tumbonas con ayuda de cámara incluído que se ofrece a traerte la cerveza o la piña colada sin que tengas que levantarte, masajes corporales, trenzados de pelo para las chicas, tatuajes, y todo un largo etcétera de atracciones que intentan aprovechar el tiempo para sacarse unos dólares extras haciendo cualquier tipo de actividad. Tan pronto aparece un cantante con su guitarra, como un vendedor de fruta que te da un poquito la «brasa», o un vendedor de abalorios, o una chica o chico que se ofrecen como «guías» para que no te pierdas (o precisamente para que te pierdas) dentro de la isla.
Siempre me dió mucha rabia ver los turistas sexuales que frecuentan la zona con un único objetivo en la cabeza. Se aprovechan de las necesidades materiales de un país pobre para satisfacer sus «fantasías» eróticas con personitas que apenas han llegado a la mayoría de edad si es que han llegado. Pero aparte de esto el ambiente nocturno en las zonas de «marcha» es agradable y practicamente no hay delincuencia.
Uno más de los alicientes de la isla es sin duda el Ron. Este se toma a cualquier hora del día y de la noche bien sea combinado o, como ellos, «a palo seco». Fabrican un Ron exquisito y nada caro, así que no hace falta adulterarlo y, si no te pasas demasiado, sienta bien. Los Daikiris son una delicia junto a la piscina del hotel o en la «boîte». La Piña colada un néctar de dioses junto a un cocotero. En fin que como te pasas el día sudando (por la alta humedad) apenas te hace efecto el alcohol.
Extracto de la wiki: «Sus rones son elegantes con aromas y cuerpos definidos. Principales rones: Brugal, Bermúdez, Barceló, Siboney, Don Ron, Macorix, Matusalem entre otros. De estos rones, Matusalem, de la ciudad Santiago de los Caballeros, ganó Medalla de Oro en tres de sus tipos de ron, y Barcelo y Brugal ganaron Medallas de Bronce en la San Francisco World Spirits Competition. Muchos de estos rones se exportan a muchos de los paises de la Unión Europea, y Estados Unidos. La industria del ron dominicano comenzó formalmente a partir de la fundación de la fábrica de ron Bermúdez en el año 1852″.
No hay que dejar de ver zonas tan famosas como Samaná, para sentir que estás en pleno paraíso, y por supuesto visitar la capital Santo Domingo para darse cuenta de lo que fué y es el país.
Un recorrido por los poblados del interior, con casitas de madera coloreadas y pobres pero limpísimas, o un baño en cualquiera de los arroyos y fuentes de agua dulce rodeados de exuberante vegetación, hacen que la sangre caliente vuelva al frescor de los limones del caribe. Visitar una plantación de frutas tropicales donde ves nacer las piñas, o saborear el jugo de un coco de agua mientras descansas del trajín son experiencias de vida que te dejan un magnífico sabor y te da oportunidad de valorar lo que nos sobra de miserables y con lo poco que son felices las pacíficas gentes de ese país. El recorrido en barca por un manglar es otra experiencia digna de ser probada.
El mercado negro de divisas funciona a pleno rendimiento por cualquier lugar. Lógicamente es ilegal pero casi todo el mundo hace un cambio mucho más favorable que en los bancos. ¡Allá cada cual!.
Dentro de los hoteles, ghetos de turistas, a los que sólo acceden los nativos que trabajan en ellos, la oferta de actividades es enorme. Baile de merengue, salsa, y su sensual bachata, buceo, vela, gimnasia, juegos, actuaciones, espectáculos,concursos, etc. etc. hacen que intentes quedarte encerrado en ellos sin plantearte más que seguir el ritmo que marca el hotel. ¡Craso error! para eso no hace falta ir tan lejos, aquí hay de este tipo de hoteles a menos de dos horas de casa. Os recomiendo salir, conocer y mezclaros con la gente de allí, seguro que no os defrauda. El regateo es práctica habitual, pero ellos saben lo que vale cualquier producto de cualquier lugar y en cualquier centro comercial, así que adaptan su precio para que te resulte atractivo en tu propia moneda y de ahí no bajan demasiado.
Para comer en las playas hay merenderos y chiringuitos de todo tipo, donde comer desde pollo asado, a un arroz de pescado, o una langosta recién pescada y asada al «punto» que dé la brasa. También merece la pena comer pescado fresco acompañado de arroz y banana frita en láminas. Todo menos quedarse echando barriga en la piscina del hotel. Por favor salir al aire libre de la República Dominicana y disfrutad de todo lo que os salga al paso. A la vuelta me lo contais.
Que disfruteis mucho del viaje y sobre todo que seais muy felices. Con cariño para Victor y Marta.
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Este WTF?!?! es para el genio que se le ocurrió integrar a bachilleres como seguridad del Metro de Santo Domingo. En El Caribe de hoy sale un articulo que dice que el Cuerpo Especializado para la Seguridad del Metro de Santo Domingo (Cesmet) también tendrá a bachilleres haciendo trabajo de seguridad en el metro. De hecho no estoy en contra de que se integre a los jovenes en este tipo de trabajo, pero si creo que es prematuro poner en cabezas inexpertas un tema tan sensible como es la seguridad de un proyecto que recién comienza y ala vez humillan a los militares que prestan servicio en este cuerpo especializado que no se que tanto de especial tendra..
Lo que me da mas risa es esta parte, “En caso de que el operador sufra alguna eventualidad, estarán preparados para conducir el Metro hasta la próxima estación y rendir informes pormenorizados de lo anteriormente ocurrido.” Yo siendo bachiller le doy un palo al operador para tener la oportunidad de conducir el metro. K kool viejo!
aa
Bueno, en una hora salgo para el aereopuerto jeje.
Muchas gracias por el post y lo dicho!!
Un saludo.
Lamia: Vaya con los toros y encima mojados. Menos mal que en la plaza de Pamplona nadie se aburre durante las corridas, al menos siempre hay una bota a mano y un buen bocadillo de chistorra cerca. Lo del frío es más penoso porque los fuegos artificiales, en la ciudadela, necesitan de buena temperatura para ser disfrutados como se merecen (Los más bonitos que he visto en mi vida). Sin embargo sigo prefiriendo estar por allí lejos de las fiestas, y de las multitudes. Yo practicamente he dado por finalizado el veraneo y seguiremos haciendo escapadas breves, tal vez al Pirineo a buscar senderos de monte. Bienvenida a «casita» y a disfrutar del campamento infantil…je je.
Ya estoy aquí… Directamente de Pamplona a la República Dominicana. ¿Estás ya de vacaciones? Espero que estos días no hayais pasado tanto frío como yo. Doce grados en el mes de julio no parece una temperatura muy agradable. Y la única corrida a la que pude ir estuvo aguada y vi cómo devolvían un toro al corral… De lo más entretenido.
En fin, me alegra también estar de vuelta por aquí.