(David Vela ultimando presentación de ANVELA SAFETY SOLUTIONS)
Por deformación profesional siempre he velado por la seguridad aplicada a todo el proceso que conlleva un vuelo. Desde la previsión meteorológica, la inspección del avión, libro de averías, etc… hasta llegar a una emergencia imprevista, hay un largo camino que recorrer para minimizar cualquier tipo de riesgo que pueda surgir.
Dentro de la formación de las tripulaciones de vuelo (pilotos y TCP´s), se incluye la prevención y las prácticas obligatorias para apagar un fuego, qué tipos de extintores se llevan a bordo y cómo hay que utilizarlos. Los motores tienen su propio sistema de alerta en caso de fuego y sus propios extintores para activarlos desde la cabina.
La «Demo», esa representación con gestos de los TCP’s de cómo hay que utilizar una máscara de oxígeno, cómo colocarse un chaleco salvavidas y dónde están las salidas de emergencia hace que los profesionales de aviación tengamos una especial sensibilidad hacia temas de prevención y actuación en casos como estos. Tanto es así que, de manera inconsciente, cada vez que nos alojamos en un nuevo hotel casi todos echamos un ojo a los planos de evacuación que están muy visibles. Lo mismo cuando acudimos a un lugar público como un teatro o un cine. Y no es ninguna paranoia, sencillamente adquirimos el hábito de observar los medios a nuestro alcance para, en caso de necesidad, actuar de una manera correcta y probablemente ayudar a aquellos que nunca se han preocupado de algo tan simple como saber el terreno que pisas. Luego el pánico se apodera de la mayoría y ocurren más desgracias de las que deberían.
Ayer acudí a la presentación en sociedad de un nuevo proyecto de David Vela, Diector Gerente de Anvela, y buen amigo que administra su blog empresarial y las redes sociales con maestría.
Anvela comenzó su andadura empresarial en 1961, de la mano de Angel Vela, su fundador y pionero en prevención de riesgos laborales. Esta empresa que cumple casi medio siglo, ha sabido evolucionar hacia las nuevas necesidades y actualización de los medios de seguridad de más calidad y adaptados a la ley de Prevención de Riesgos Laborales, que desarrolla la normativa vigente en materia de Seguridad e Higiene en el Trabajo.
Pero la inquietud por renovar y ampliar su oferta le ha llevado a construir un nuevo proyecto al que denomina ANVELA SAFETY SOLUTIONS, para dar respuesta a nuevas necesidades de seguridad en videovigilancia e integrado en el grupo SEGURIDAD 8×8.
Conociendo a David, su capacidad de trabajo y su entrega desinteresada a causas sociales, seguro que obtiene la recompensa merecida. Desde aquí le deseo mucho éxito a un amigo y a todo su equipo, con la certeza de que la seguridad en Zaragoza puede ser desde ahora uno más de los atributos de nuestra ciudad.
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David, al menos los profesionales haceis todo lo posible por paliar las deficiencias en esta materia. Suerte y gracias a tí por la invitación. 😉
Muchas gracias por tus amables palabras y deseos, Carlos, y por habernos acompañado en este evento.
Hombre prevenido vale por dos. A mi me pasa igual, por deformación profesional, supongo, pero ojalá hubiera algo más de «cultura preventiva», con actitudes como la tuya: se evitarían muchas desgracias.
Gracias otra vez y un cordial saludo,
Jubi, la gente hace mofa de lo que desconoce. En general este tipo de actitudes se dan en quienes tienen más miedo, que intentan ocultarlo haciendo como que no va con ellos…
Luego el soplido en los tubos, las poses señalando hacia las salidas… o los que creen que por contárselo les trae gafe.
Desgraciadamente cuando hay un incendio en un local cerrado (no quiero citar tantísimos casos en discotecas, supermercados,etc…) muere mucha gente por aplastamiento y no por el fuego.
Pero, la educación en materia de seguridad sigue siendo otra asignatura pendiente.
En Japón entrenan a los niños desde muy pequeños para evacuar en caso de terremotos. Aquí somos ¡más chulos que la pana!…
http://www.youtube.com/watch?v=nzF0kUJ4nYw
Estoy de acuerdo contigo, en uno de mis últimos vuelos en las instrucciones plastificadas, decía algo así «No inflar el chaleco salvavidas hasta no estar fuera del avión» y oí en el asiento de atrás de manera jocosa «si lo inflo fuera me caigo».
Volví la cabeza y le dije que eso era en caso de amerizaje para no entorpecer la salida al resto de pasajeros, un escueto ¡¡¡¡Ahhh!!!! fue su respuesta.
Yo también me incluyo en los que en determinados edificios busca las salidas de emergencia.