Los menos jóvenes tenemos ¿asegurado? el sexo (mejor dicho las relaciones sexuales). Tampoco es que tengamos demasiadas ocasiones, ya que solemos estar casados, y menos mal que inventaron (descubrieron) los analgésicos, que son los que acaban con las jaquecas siempre inoportunas que atacan a nuestras parejas, o a nosotros mismos…
¡excusas!
Pero la juventud suele tener menos a mano las aspirinas, ni falta que les hacen, cuando están de caza o pesca junto a su botellón. Así que un «calentón» o un «aquítepillo…» suelen traer algún dolor de cabeza posterior… Pero entonces no se pasa con una simple aspirina.
En fin, sólo quería poner este video para animar a los jóvenes (o no tanto) a que no se olviden de la profilaxis. Creo que el lenguaje del video está en consonancia con la realidad.
José. ¡Ahí estamos! previendo el futuro y previniendo a todos de lo que puede ocurrir si… 😉
Me parece muy bien Carlos, tenemos que luchar juntos para hacer del mundo un lugar mejor, dejando de lado y combatiendo todo aquello que juega en contra de la humanidad. Saludos!
Muy buen alegato, con el que estoy de acuerdo. No se puede educar mal sin inculcar buenos principios… Pero sabes que:
– el mayor enemigo de la población nativa del continente americano fueron enfermedades como la viruela o la sífilis, para los que no estaban inmunizados.
– que la campaña en Rusia de Napoleón fracasó por dos razones: el frío y el Tifus debido a los piojos en las trincheras en que tuvieron que estar atascados…
– que la peste mató en la Europa medieval entre un tercio y la mitad de la población…
Algo hemos avanzado en la prevención y tratamiento. Pero seguirá habiendo conductas equivocadas y tristemente contagios. Pero no es más que una manera de prevenir lo que el impulso vital hace que no se tenga en consideración todo aquello que ya sabemos que no debemos hacer, pero que acabamos haciendo, conducir con alcohol, con exceso de velocidad, fumar, mantener relaciones sexuales, o tomar el sol sin protección.
Tenemos medios, tenemos conocimiento y seguimos haciendo lo incorrecto muchas veces. En fin, creo que no deberíamos buscar quien tiene la última palabra, porque esa siempre la dirá cada cual en el ejercicio de su libertad. Pero que esa libertad se haga de manera responsable y fundamentada en su conciencia.
Amigo, el preservativo NO ES una herramienta de autodefensa. Basta mirar África, donde se entregan millones de preservativos, para ver los resultados catastróficos del preservativo. El tema del preservativo no es un tema de libertad, ni de dogmas, ni mucho menos de religión, es un tema de sentido común. No es una cuestión ideológica sino científica. La entrega del preservativo es una pedadogía que ha tenido resultados FATALES!. Al darle preservativos a las personas, le están diciendo indirectamente: «Usalo». Los están estimulando al sexo más que educándolos!. Es lo que te decía más arriba, promover el preservativo hace que las personas comiencen a tener relaciones sexuales que en otras circunstancias no tendrían! , creyendo que es algo «seguro»… La experiencia ha demostrado que una información sexual insistente, como la que hoy padecemos, es de efectos NEGATIVOS, pues se convierte en excitación sexual, incitando al libertinaje sexual, haciendo de la vida sexual un juego y pasatiempo, algo trivial y carente de pleno sentido humano. En cambio la educación sexual procura la maduración afectiva de la persona, permitiéndole llegar a ser dueño de sí, controlando los instintos. Carlos, para mí el secreto está en educar la voluntad. Hoy se da con relativa frecuencia lo que muchos llaman la filosofía de: «Lo que me apetece».
Hago esto porque me apetece. No hago esto porque no me apetece. Son esclavos de lo que pide el cuerpo. Volubles como la veleta que gira según el viento que sopla. Incapaces de objetivos concretos. Sin embargo, una persona que tiene educada su voluntad consigue lo que quiere, si es constante. Para tener voluntad hay que empezar por tener dominio propio. No hacer lo que me apetece, sino lo que es mejor. Creeme que esto da paz, alegría y felicidad. 😉
Para terminar creo que estas campañas del «sexo seguro» no son más que engaños, seguramente el dinero que hay detrás es inimaginable 😉 .
Ay José. No es un video «doctrinal», ni siquiera habla de conciencia o creencias. Sabes de sobras que no soy dogmático y que siempre quiero que lo que pongo sea motivo de reflexión o debate.
Te hablo como padre que soy de dos hijos: uno con 19 recién cumplidos y otra que está a punto de cumplir 18. Cuando eran bebés vivíamos en Mallorca, donde el clima y el agua eran protagonistas de muchas horas de juegos infantiles. Pasé muchas horas en el agua enseñándoles a flotar y avanzar hasta la orilla. Pero no era un juego era «mi obligación» prevenir una caída al agua sin instrumentos de defensa. Pasé muchas horas con la espalda doblada sujetando sus manitas para que aprendieran a andar… pero cuando lo hicieron nunca les llevé a un acantilado a ver cómo demostraban su independencia motriz.
Ahora ni estoy con ellos cuando caminan, ni cuando nadan o salen con los amigos. Pero intento que su libertad personal esté llena de herramientas para su autodefensa. Y eso no les obliga a nada respecto de mí. Son ellos los que decidirán cómo. cuando, dónde y con quien. Sólo pretendo que los hijos de todos se protejan de su juventud y que siga la bola. Ellos espero que tendrán hijos, tú también, pero SON LIBRES, y por tanto tienen derechos y deberes que cumplir.
Lo del revólver lo dejo porque sinceramente no creo que sea un ejemplo adecuado a lo que pretendía.
Creo que es más coherente hacerlo en mi medio:
Cuando me subí con 16 años a un velero (planeador) iba con instructor (12 vuelos de unos 15′), para soltarme y volar sólo. Ambos teníamos la obligación de volar con paracaídas y casco, lo cual daba una posibilidad de supervivencia en caso de accidente en el aire. Pero nunca nadie dijo: «ponte el paracaidas y salta!. A mi me daba miedo pensar que tendría que hacerlo por necesidad, pero pensaba que llegado ese momento, lo haría sin dudarlo. Incluso sin la certeza de que lo hiciera bien y aquello se abriera como se pretendía.
Al cabo de tres o cuatro meses, hice un curso de paracaidismo deportivo, y salté «voluntariamente» y sin necesidad de un avión que volaba perfectamente.
Fué «MI» decisión contraria a los deseos de mis padres, sobre todo de mi madre… y espero que mis hijos tomen muchas decisiones contrarias a mis deseos y acierten plenamente en su desarrollo libre y responsable de lo que decidan con su forma de afrontar la vida.
Eso mismo espero de tí y de todos los jóvenes. Libertad y responsabilidad.
A veces los papaítos tenemos que ser inflexibles con los que queremos. 😉
Carlos, amigo querido, llamarle «sexo seguro» al preservativo es lo mismo que llamar a un revolver (que puede alojar hasta 6 balas) seguro porque sólo tiene dos balas en su cámara, en vez de seis ; y decirle a un niño: «Tomá esta pistola, es segura»…El preservativo NO impide la transmisión de varias enfermedades de transmisión sexual, entonces los jóvenes comienzan a utilizar los preservativos, y comienzan a tener relaciones sexuales que en otras circunstancias no tendrían, es decir si a un niño le damos la pistola con 2 balas diciéndole: «Esta es una pistola segura». ¿qué va a hacer ? Pues va a disparar, y cuando dispare una y otra y otra vez, ¿qué va a suceder? En algún momento las balas se van a disparar. Al niño le decimos: «Mira, una pistola con 2 balas es menos peligrosa que una de seis. Pero sigue siendo peligrosa, no la uses!». Conclusión: El preservativo no es seguro. Está claro que el preservativo no cumple ni mucho menos con los requisitos para ser llamado «sexo seguro», no sirve para prevenir el SIDA, genera una falsa seguridad que es criminal. Cuidado amigo con esto, no hay que promover algo que es y seguirá siendo un verdadero enemigo de la humanidad.
Saludos