(autor foto: Contando estrelas)
Desde que el hombre miró al cielo con afán de conocer, pudo darse cuenta del brillo de las estrellas, del fulgor del sol y de los cambios de la luz a lo largo del año. Se tardaron varios siglos en entender que la Tierra era esférica, que se desplazaba alrededor del Sol, su Dios de fuego, y que todo ello se había producido en un instante al que llamamos ¡Big-Bang!.
La evolución del saber y las referencias que se establecieron para definir las estaciones determinaron la fijación del momento en el que la Tierra y el Sol ocupan una posición sideral en la que el día alcanza su mayor duración y la noche es la más corta del año, es el Solsticio de Verano.
Comienza el verano astronómico y será época de recolección, de trabajo en el campo, de alargar las jornadas para preparar un nuevo invierno con las despensas llenas. Así que se celebra el acontecimiento alimentando el fuego y encendiendo las hogueras que anoche ardieron en honor de San Juan.
Purificación y diversión, fuego y tierra, alegría y dolor. Hoy quería hablaros de todo esto, quería hablaros de la fiesta de la noche más corta del año, de la importancia de celebrar estos fenómenos naturales adaptados a diferentes culturas. Pero desgraciadamente todo ello ha quedado relegado a un segundo plano tras el accidente ferroviario ocurrido en la estación de Castelldefels (Playa).
Así que para un gran número de familias que han perdido a sus seres queridos en una desgracia colectiva, esta es y será a partir de ahora la noche más larga de su vida, ¡y la más dolorosa!. Por ellos y por los que han muerto, no puedo hablar de celebraciones, sino de tristeza en la noche de San Juan. D.E.P.
Nota: no pongo enlace a ninguna noticia publicada al respecto porque como siempre eso vende muy bien. Y yo sólo quiero transmitir mis condolencias a todas estas familias.
Jubi, a mí se me ha quedado el cuerpo como para hablar de fiestas… 🙁
Lo acabo de leer en un periódico y mi tristeza ha sido enorme.