No quiero opinar sobre el «spot» colgado en Youtube para anunciar una nueva forma de información interactiva entre Spanair y sus clientes, SpanairStar. Sólo decir que para vender imagen, hay que tenerla, y si no hay que crearla o modificarla.
Como tengo un montón de gente que quiero trabajando en Spanair, me gustaría que esta iniciativa sirviera para garantizar y afianzar una compañía buena, con un alto standard de operación y que ha contribuído con su esfuerzo al desarrollo empresarial y turístico en un sector clave para nuestro país. Lástima que los anteriores propietarios la utilizaran de tal modo que están sometidos a distintas causas judiciales.
El resto de trabajadores de la misma, no tienen culpa de una gestión nefasta por parte de esos individuos (Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual). Pero esperemos que llegue pronto su San Martín y se aplique como toca con ellos…
Os deseo mucha suerte a todos.
Hola Carlos, totalmente de acuerdo, está claro que los responsables son estos impresentables que sólo quieren ganar dinero a toda costa importándoles un rábano las consecuencias, quizá porque para ellos no las tienen.
Desafortunadamente vivimos en un sistema en que la ley se aplica con un rigor que es inversamente proporcional a la influencia del individuo. No sigo escribiendo, que yo tengo poca influencia y se me puede acusar de desacato.
Lo mismo sucede con los accidentes ferroviarios, la culpa siempre recae sobre conductor o sobre el jefe de estación. Manda ‘uebos’ que en el estadio actual de la tecnologia se supedite a la memoria de una persona la no colisión de los trenes. Recuerdo una película de Ken Loach ‘La cuadrilla’ o por su título original ‘The navigators’ en el que se analizan las consecuencias de la privatización de los FF. CC. ingleses, muy interesante.
En fin, amigo Carlos, el capitalismo no tiene entrañas y le importa un rábano la vida de las personas, sólo les importa su beneficio.
Un placer charlar contigo.
Vicente, imagino que te refieres al comentario que hice en el artículo de las mentiras de barajas (http://lasmentirasdebarajas.blogspot.com/2010/11/spanair-culpa-los-pilotos-del-accidente.html) en el que decía esto:
alasdeplomo dijo…
Se apunta siempre hacia los muertos como responsables últimos de su propia muerte. Así quedan exentos de responsabilidad civil directa quienes propician esas «distracciones».
Hay por ahí dos sujetos, que fueron propietarios de la compañía, están siendo investigados por la quiebra de sus empresas… y recientemente les han «inmovilizado» determinadas propiedades.
El accidente ocurrió justo cuando más crítica estaba la situación económica de la empresa, cuando se había planteado un ERE, cuando el Primer Oficial se iba a quedar sin trabajo, cuando al resto era posible que los echaran a la calle… Y eso no sé si distrae algo en una cabina, ni si podrían estar pensando en cómo dar de comer a sus familias.
Pero eso, de momento, no se considera delito del empresario.
Vicente, estamos en una sociedad enferma, en la que el principio es NO TENER PRINCIPIOS. Y si alguien los tiene es apartado de su trabajo…
Evidentemente, todo es manipulable, influenciable y exigible… salvo la responsabilidad penal de unos indeseables que extorsionan a los que en última instancia asumen siempre toda la responsabilidad. Malditos sean esos empresarios. ;(
No puedo estar más de acuerdo con el comentario anterior.
Es muy fácil inculpar a mecánicos por inhibir dispositivos o a pilotos por olvidar ampliar la superficie de sustentación, pero, sin restarles responsabilidad, que la tienen, hay que colocarse en la situación de un personal sobrepresionado por una dirección avara que sólo quiere rentabilidad, que los aviones salgan como sea, sin demoras y con el mínimo gasto de mantenimiento. Me consta que la sobrepresión es el mejor caldo de cultivo para cometer errores, y tener un expediente de regulación de empleo abierto con la amenaza de ‘meter’ en la lista al que ponga problemas, y la orden taxativa de volar sí o sí es la verdadera causa del accidente.
Accidente muy parecido al de Smolensk en el que se concatenaron una serie de desgraciadas circunstancias con un denominador común: la sobrepresión sobre el piloto para que aterrizara sí o sí dada ni más ni menos que por toda la jerarquía superior del piloto, incluido el presidente de su país. el impresentable y patético Lech Kaczynski.
Ponerle una pistola en la cabeza a un cirujano para que realice con éxito una operación es, sin duda, la mejor manera de condenar a muerte al paciente.
Al menos en Smolensk los responsables de la tragedia iban en el avión, en el de Barajas creo que los responsables se irán de rositas. Buena prueba de ello es esta extraordiaria demora en concluir lo que pasó. La memoria es corta.
Disculpad este último exabupto, pero la injusticia me solivianta.
Salud