¡Y verás París!
De pequeños decíamos aquello de: «¡monta aquí y verás París!». Hacíamos un gesto señalándonos el codo y lo que en realidad queríamos decir era que, de eso que se trataba, quedaba excluido de las pretensiones del otro. ¡Cosas de críos!. Sigue leyendo ¡Y verás París!