Vuelve a casa, ¡vuelve!.
Visto así parecería que estamos rogando a alguien que regrese al hogar, como si de «el hijo pródigo» se tratara. O tal vez nos acordemos de las llamadas de los que acudían al programa de Paco Lobatón en su ¿Quién Sigue leyendo Vuelve a casa, ¡vuelve!.