Nos han colocado esta perífrasis (ridícula) con tal de no utilizar la palabra INTOLERANCIA, INTRANSIGENCIA, o cualquiera de sus sinónimas.
El estilo escrito de una lengua tiene muchas formas de expresión dependiendo del objetivo que se pretenda a la hora de expresar una idea. Basta con abrir las tapas de un libro para saber si el autor domina determinados recursos literarios o sencillamente se preocupa del fondo y no de la forma.
Hablar o escribir «bonito» no tiene nada que ver con la claridad de lo que se expone. Si se da una conferencia, lo fundamental es que los mensajes sean claros y concisos, ayudados por un lenguaje corporal que transmita seguridad en tus propuestas, y que ayude a amenizar y captar la atención de los oyentes. Un discurso largo y monótono sólo deja constancia de que el ponente sabe mucho sobre el tema, pero al destinatario no le llega practicamente nada de lo que ha oido.
Un artículo informativo debe aportar datos, y abrir nuevas vías de comprensión, hasta que se pueda llegar a satisfacer la necesidad de conocer por parte de quien tiene interés en ello. A los demás les bastará con el título para decidirles a leerlo o no.
De la misma manera que no hablamos igual en la intimidad que cuando estamos con los amigos, tenemos que adaptar el estilo a la necesidad del momento. Tan ridículo queda un lenguaje vulgar en un foro especializado, como una pedantería hablar con todo lo que la gramática nos ofrece en una charla de bar.
Me aburren los tolerantes cero, no los puedo soportar. Una expresión que surgió en Nueva York ha calado muy hondo en la nula expresividad de algunos de nuestros políticos. Adoptan palabras y las repiten, machaconamente, hasta quitarles el significado. Recuerdo otra que afortunadamente parece que ya han olvidado… TORTICERO.
Las palabras son solo expresiones de ideas, y el sentido que adquieren depende no sólo de su grafía, sino de la entonación, el estilo y el contexto en el que se escriben. El uso peyorativo de cualquiera de ellas depende de la intencionalidad con que se utilice.
El no tolerar una injusticia, no significa que seas un intolerante. El no aceptar una imposición no te convierte en un INTRANSIGENTE. El no perder el sentido de una frase no te hace IMPERDIBLE.
Creo modestamente que yerran aquellos que confunden una palabra adecuada, llena de fuerza y de sentido, con una característica de su personalidad. A nadie se le ocurriría pensar que si un ministro dice: No vamos a TOLERAR que se actúe contra la ley… significase que la tolerancia no fuera una parte de su forma de ser.
No me parece correcta la forma de expresarse de ninguno de los políticos que llenan miles de minutos de TV, cientos de hojas de periódicos, a base de palabras que no adquieren ningún significado. Hablan demasiado para no decir nada. Proclaman y declaman discursos que no tienen nigún contenido y que aburren a fuerza de ser reiterativos. Si digo que no los SOPORTO, yo mismo no me convierto en un INSOPORTABLE, porque me refiero a ellos, que sí creo que lo son.
Además, salvo que quieras hacer un pareado, queda muy feo decir YO TOLERO CERO…
Gracias, maestro de la expresión… y del pensamiento. ¡Tú si que vales!. 😉
Muy bueno. Sí señor.