Acabo de leer en Fogonazos una breve reseña sobre el descubridor de las aplicaciones del plomo como aditivo de los combustibles para motores de explosión (índice de octano). Además desarrolló e implantó la utilización de determinados gases para circuitos de refrigeración en los frigoríficos (hoy conocidos como CFC). Y finalmente describe la muerte del ingeniero «a manos» de su propio invento.
La historia me lleva a pensar en la idoneidad del nombre de este blog. No creo que resulte tóxico ni siquiera para los amiblogs que me visitais diariamente, espero que tampoco resulte un poco «plomo» para los que lo hacen esporádicamente. Sin embargo, hay veces que las buenas intenciones provocan más desgracias que beneficios, así que si notais sintomas extraños cuando visitais mi «casa» os recomiendo un antídoto eficacísimo: ¡Salir inmediatamente del blog!. Pero por favor, volved pronto, porque los efectos perniciosos del blog desaparecen en cuanto se ven otros sitios donde las intenciones van mucho más allá de informar o entretener a sus visitantes.
El plomo de tus alas es tetraelítico? ¿Si?
¡Si ya lo decía yo!, creía que era la altura, pero deben ser las inhalaciones del plomo las que me sientan tan mal y cada vez peso más.
Saludos
Yo no noto ningún síntoma… ¿Será como el polonio ése que se nota con el tiempo? Ja, Ja, Ja… Besos