(se agranda pinchando, no pegando)
Un ejercicio muy bueno para practicar la lengua, consiste en ceñirse a un esquema fijo de versificación. La métrica, la rima forzada y el número de versos, hacen que juntar palabras se convierta en arte.
No pretendo ser Boscán ni Garcilaso, ni Quevedo, ni Lope de Vega o Góngora. Esos sí que escribían en verso como es debido. Pero ya que en prosa a veces no se me entiende, a ver si sacais algo de un soneto.
Un soneto te haría, Zapatero
si fueras digno de una poesía,
más te mereces una letanía
rezada o invocada por santero.
Una vez más se te ha visto el plumero
dictando leyes con alevosía,
camufladas, como de progresía,
mermando los derechos del obrero.
Nos hablaste, de inicio, de talante,
diálogo, consenso, alianza,
y ayuda al pobre más necesitado.
Ahora descubrimos tu semblante,
tras destruir los tiempos de bonanza,
has llenando las calles de parados.