Una opinión-análisis

He considerado que había que destacar este comentario que dejó con nombre y apellidos este señor. Os recomiendo leerlo porque merece la pena. Eso sí lo hago con su consentimiento previo. Muchas gracias Joaquín.

«Detrás de la gran cruzada del excelentísimo señor ministro de fomento don Jose Blanco a quien Dios guarde muchos años, esta la estrategia de privatización de la gestión de los aeropuertos.

Mas alla de la hojarasca demagógica de su excelencia, se perfilan nítidamente las lineas maestras trazadas por la CEOE y su muy honrado y honorable presidente, las cuales son semejantes a las que se emplearon en su día por los ministros de turno, cuando se acometió la privatización de la gestión de los puertos. Entonces los malvados y corporativistas privilegiados eran los estibadores, como antes lo fueron los empleados de Telefónica cuando se llevaron a cabo las maniobras previas a su privatización, sin olvidarnos de los privilegiados trabajadores de SEAT.

Bastaría con consultar las hemerotecas de antaño, para darse cuenta de que variando fechas y nombres tenemos la misma estrategia y el mismo cínico servilismo ante los intereses de la burguesía, de un pseudosocialismo que perdió su dignidad y su representación entre el lodo y la sangre de las trincheras de la Primera Guerra Mundial, traicionando a la clase obrera en beneficio de la burguesía y en nombre de la patria de los señores de la tierra y el capital.

Es cierto que después de 1917 la Socialdemocracia recupero una parte de su iniciativa, siendo las reformas sociales que han tenido lugar un ejemplo de ello, pero tales cosas solo tuvieron lugar mientras la Revolución Social contra la burguesía fue un hecho. Cuando los pseudocomunista herederos del socialismo en un solo país y del socialismo nacional después, pretendieron la utopia burguesa de construir el socialismo en los marcos residuales de la sociedad burguesa, iniciaron su proceso de liquidación, pues el socialismo exige el control consciente y planificado del proceso productivo, lo que es imposible si la realidad social no se puede expresar científicamente de un modo exacto.

Hoy con la desintegración de la URSS y la bancarrota económica de los regímenes pseudocomunistas residuales, la burguesía puede lanzarse sin problemas a la tarea de despojar a los trabajadores de todas sus conquistas en nombre de la competitividad, la economía de mercado y el libertinaje sin restricciones del capital.

No envío esta carta para plantear una acción puntal en defensa de los derechos de los controladores como trabajadores, que lo son pese a la cínica y sucia demagogia del muy excelentísimo señor Jose Blanco, sino para señalar la necesidad de una reflexión profunda y una acción de fondo, partiendo de la necesidad de impulsar un movimiento para imponer sobre el conjunto de la economía europea el Control Obrero de la Producción.

A lo largo de la historia los trabajadores han llevado a cabo diversas y diferentes experiencias sobre el control obrero de la producción, experiencias de las que se han conseguido importantes conquistas históricas y de cuyos logros ha de nacer la fuente de la inspiración de esta nueva experiencia del Control Obrero de la producción, entre cuyos objetivos podríamos señalar los fundamentales:

1) Establecimiento de una alianza económica entre los Consejos Obreros de Control de la Producción y los agricultores y ganaderos medianos y pequeños, para suprimir los beneficios especulativos de los intermediarios, con lo que bajarían los precios al consumo de los alimentos y se incrementarían los ingresos de los productores agropecuarios.

2) Sometimiento de las entidades financieras, así como del conjunto de las empresas industriales y de servicios a los Consejos Obreros de Control de la Producción, con lo cual se produciría una verdadera optimización real del proceso productivo que tendría como objetivo la producción de riqueza en lugar de valor.

3) El control obrero de la producción en si mismo es el equivalente obrero de la propiedad privada de los medios de producción, o sea el fundamento de la gestión operativa sobre los mismos, pero al mismo tiempo exige una gestión fundamentada sobre la economía planificada que mas alla de cualquier teorización sociopolitica sobre modos de comportamiento, plantea una formulación matemática precisa del valor trabajo, que es de lo que han carecido y carecen todas las experiencias sobre economía planificada. Pues si en la gestión de los procesos productivos burgueses basta con adaptarse a la estructura operativa del mercado, en la economía planificada el funcionamiento exige una matematización rigurosa del proceso para poder gestionar no ya óptimamente, sino con un mínimo de eficacia.

Por ello adjunto dos archivos donde abordo la crisis así como los fundamentos matemáticos de un control obrero eficaz de la producción, en los cuales se desarrollan y analizan todas las cuestiones a resolver para aplicar con eficacia económica dicho control obrero de la producción.

Tan solo me queda señalar respecto a los algoritmos que aunque las formulas se expresan como ecuaciones, la aplicación operativa de los mismas, se hará bajo la forma de inecuaciones.

La planificación bajo la forma operativa de inecuaciones define los intervalos de valores máximos y mínimos, dentro de los cuales un proceso productivo es óptimamente operativo, de forma que se limite el exceso de excedentes y se cubran de forma económicamente optimizada los objetivos y necesidades económicas, evitando los déficits productivos. La parametrización rigurosa de las ecuaciones en su formulación, nos permite medir y precisar la exactitud y configuración optima de la planificación y gestión, de forma que una vez formalizado esto, hay que pasar al calculo de los intervalos de inecuación dentro de los cuales las ecuaciones deben ser operativas.

Como el objeto de esta carta es plantear una reflexión y dar alternativas reales frente a las alternativas ficticias de dentro y de fuera del sistema capitalista, doy por terminada mi carta electrónica a la espera de haber aportado algo a la insuperable y perpetua crisis del sistema de producción capitalista.

Sin más me despido cordialmente.

Joaquín Félix Rodríguez Bassecourt.»

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

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