Un matrimonio visita al ginecólogo para contarle sus problemas. Utilizan el lenguaje más «preciso» que pueden para explicarlos adecuadamente.
El marido dice:
– «Mire, doctor, es que tenemos un problema. Mi mujer y yo queremos tener condescendencia, pero no sabemos si es porque soy omnipotente o es que mi mujer es histérica. Anteriormente habíamos ido a otro doctor y nos dijo que mi mujer tenía la vajilla rota y la emperatriz subida y, como además la operaron de la basílica balear, no sabemos si eso puede influir.»
Y el buen hombre continuó:
-«También a mí, hace años, me operaron de la protesta y a lo mejor me ha dejado escuelas en el cuerpo. Nos recomendaron acudir a un médico de la capital que es muy bueno.
En esa consulta a mi mujer le hicieron una coreografía y el médico nos dijo que no veía nada raro.»
Nos volvimos para aquí y otro doctor nos recomendó hacer vida marítima, y nos fuimos a la costa; y en todas las playas hacíamos vida marítima, ¡Pero nada!. Además mi mujer hace tiempo tuvo un alboroto y le nació el féretro muerto y a lo mejor eso le ha influido. Pero yo creo que mi mujer es frigorífica porque nunca llega al orégano.
Después de escuchar al marido el ginecólogo contesta:
-«Me parece que lo que usted tiene es un problema de especulación atroz !!!».
Sofi, no te olvides de hablarle como correponde al Dr. es que están muy hartos de que les hablen con poca precisión. Que vaya bien todo.
¡horror! mañana me toca la visita anual al Ginegoloco, jajajaja. Muy bueno. Un saludo