para vuelos románticos o no…
…Cantare, oh, oh. Preciosa canción en la voz de Domenico Modugno que define el estado de ánimo de un romántico que quiere volar.
Pero nuestra sociedad no está muy volcada en el romanticismo y nos volvemos pragmáticos, exclusivistas o sencillamente prácticos. Así que solemos ir «al grano» y nos dejamos de ensoñaciones y de ilusiones, para satisfacer inmediatamente cualquier necesidad.
Volar, viajar, soñar, nos obliga a encontrar las mejores ofertas, sin que perdamos el tiempo en balde. Nuestra forma de vida nos lleva a la rapidez, a lo inmediato sin recorrer mundos oníricos ¿innecesarios?. El signo de los tiempos le llaman unos. Otros argumentan falta de tiempo, y el tiempo dicen que es oro. (tal vez…)
Yo me declaro romántico, a la vez que práctico, y suelo recrearme en el propio viaje precisamente antes de iniciarlo. Hay un impulso necesario, que no siempre es una necesidad, y que nos anima a emprender el viaje, a encontrar nuevos territorios o a explorar el mundo en busca de aquello que hemos deseado hacer. Pero precisamente por ello volvemos al punto de partida y necesitamos acceder a todo ese mundo de los vuelos, de una manera cómoda y eficaz sin tener que perder el tiempo más que en soñar.
Nel blù dipinto di blù… felice di stare lassù. (En el azul pintado de azul, feliz de estar allí.)
Mejor da la cara:
El DRAE pone esto: ensoñación.
1. f. Acción y efecto de ensoñar.
De nada…
¿ensoñaciones? No es español…