Acceso a medicina

(Foto: Manos de Médico, autor: Arantxata)

Conforme van cayendo artículos en este blog, vais descubriendo nuevos aspectos de mí. Unos igual os sorprenden, otros incluso os agradan, pero la mayoría volveis aquí, y cada vez con mayor frecuencia. Gracias por ello.

Hoy quizás os sorprenda saber que me hice piloto porque ¡no podía ser médico!, como hubiera deseado. Tranquilos que fué una decisión muy personal y muy meditada, no fué un impedimento externo. No podía ser médico porque no era capaz de enfrentarme diariamente al sufrimiento ajeno, hubiera querido ser dios en lugar de médico y eso no estaba en mis manos, porque los médicos no tienen todas las respuestas, ni desgraciadamente pueden salvar a todos sus pacientes. Por eso yo nunca me he arrepentido de haber variado mi rumbo.

Lo que hoy me preocupa es que mi hija sí que se siente con fuerzas para enfrentarse a ello, igual que muchísimos jóvenes que acaban de hacer la selectividad esta misma semana, pero cada vez se lo ponen más difícil. Todos ellos son jóvenes brillantes, esforzados y han sacado muy buenas notas en bachiller. Pero… ni aún así muchos de ellos van a poder ver cumplido un sueño y tendrán que reorientar su vocación hacia otros estudios cuya «nota de corte» sea menor. ¡Qué pena de sistema!.

Después de llevar dos años de bachiller, luchando por sacar muy buenas notas, intentando subir la media, haciendo de su vida una lucha desde que cumplen los 16 años, llegan a la selectividad con el miedo a la media. Intentan rascar unas décimas más a base de repasar hasta el último segundo previo al exámen, para tener una remota posibilidad de conseguir no ya una buena nota, sino una nota excepcional. Mi hija sacó un 8,5 de media en segundo… ¡Y vino llorando a casa, porque era poco!. A mí como padre me pareció excelente, pero mientras otros daban botes de alegría por haber sacado un cinco, a ella le supo a derrota. ¡Dios mío que país de locos!.

Pero no es la única que se encuentra así, porque todos los aspirantes a médicos de hoy están en las mismas. Puesto que nadie les garantiza que lleguen a superar la nota de corte en la Universidad Pública, hemos comenzado un peregrinaje por las facultades privadas, el sábado pasado a Madrid, ayer a Valencia, el próximo a Barcelona… Somos ya una pléyade de padres y madres que nos hemos convertido casi en cómicos de la legua, con nuetros carromatos itinerantes en busca de un nuevo Grial.  Vamos con nuestros hijos de acá para allá buscando un sitio donde acaben siendo admitidos con una nota tan baja como un 8,5 o más.

No pensamos en ningún momento cómo seremos capaces de pagar las facturas, eso ya se verá. Queremos que sean felices, que cumplan sus sueños y que se conviertan en buenos médicos. Los que estudien en estas promociones seguro que lo serán, así que esperaremos a ponernos enfermos a partir del 2016 que tendrán su licenciatura en Medicina… Luego tendrán un MIR, alguna oposición más y ya podrán ejercer con pleno derecho una profesión durísima, de vocación y entrega sinigual.

Pero claro, no todo podía resultar tan fácil para estos «locos» que se han propuesto ser médicos contra la voluntad de un Gobierno de Igualdad.  Perdonad que me libre un instante ¡Y UN HUEVO!, ¡UNA MIERDA!, ¡TIENE COJONES!… ¡¡¡Ya!!!.

Resulta que estamos jugando contra unos auténticos trileros, ventajistas y tramposos. Nos dan las reglas del juego, entramos en su timba, y a mitad de partida nos cambian el reglamento, y nos hacen trampa. Resulta que ahora, en aplicación de la igualdad de oportunidades, se sacan del cólon una carta más marcada que un semental de Mihura. Ahora aplican una injusticia a base de hacer justicia a su aire. Instaurando una forma de acceso a una titulación superior a través de un módulo de F.P. de manera directa y sin las mismas condiciones que el resto.

Debo decir antes que nada que no estoy en contra de que una persona cambie de idea conforme ha madurado, que al acabar una FP considere que está capacitado para formarse en una carrera universitaria y que se le permita acceder a ello. Ya sabeis que siempre abogo por la formación, cuanta más mejor, de todos los ciudadanos de UN PAÍS, como medio de avanzar y progresar toda la sociedad. Pero la igualdad de oportunidades ha de ser la misma para todos. No podemos ni debemos favorecer a unos en perjuicio de otros.

Si estos que han aprobado un módulo superior de FP, quieren ser universitarios, que lo sean, pero que se enfrenten al resto de candidatos con los mismos requisitos que ellos, las mismas exigencias, los mismos filtros, las mismas reglas de algo que para ellos no ha sido ningún JUEGO, sino una auténtico calvario en el que todavía les quedan unas cuantas estaciones, haciendo pruebas complementarias de acceso a las universidades privadas – que por cierto se quedan en el trajín con unos cuantos euros «a fondo perdido»- en derechos de examen, reservas de matrícula, hasta que cada uno quede ubicado en la facultad que pueda.

Otro día hablaremos de cómo está el sistema MIR, pero a mi hija espero que eso le afecte dentro de seis años. Mientra tanto yo sigo pidiendo de verdad ¡IGUALDAD!.

Nunca he pedido nada para mí, pero creo que esto que os he relatado merece la pena que se sepa a nivel general.

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

9 respuestas a “Acceso a medicina”

  1. Vicky, en ningún momento intento decir que no me parezca justo y lógico que quien se esfuerza por conseguir su propósito tenga la posibilidad de hacerlo. Ahora bien, hay que jugar todos con las mismas reglas.
    Este año en concreto no hubo reserva de cupos, sencillamente todos pudieron optar a plaza con sus notas obtenidas en el módulo o en el Bachiller. Y me temo que esas notas finales no se consiguen con el mismo esfuerzo de unos u otros. Según se oye el próximo curso vuelve a cambiar la normativa. Pero a todos les deseo que acaben siendo magníficos universitarios y luego mejores profesionales. 😉

  2. En mí opinión ,no me parece injusto el acceso a titulaciones a traves de modulos de grado superior,ya que ademas de tener que tener un bachillerato,los estudiantes de Fp superior deben obtener más nota que los de selectividad,a parte de hacer dos años mas y luchar por obtener una plaza de las pocas que se reservan(nunca más de un 30%),Simplemente es una alternativa mas para la gente con vocación que no lo ha conseguido a la primera.

  3. Pingback: Médicos para el 2016 | Alas de Plomo

  4. Federico, bienvenido a otro carromato, casi, casi el del profeta Elías… De no ser por la compañía, el paseíto y la charla relajada, estas cosas serían menos llevaderas. Gracias por habernos regalado ese momento de «como decíamos ayer…». 😉

  5. Como compañero de carromato, espero que nuestras peregrinaciones sean algo fructíferas. No obstante, nos han dado la oportunidad de compartir unos excelentes momentos en Valencia. Suerte para todos!.

  6. Nieves, lo cierto es que la Igualdad es algo más que un nombre de un Ministerio, o debería de serlo. Igualdad en los requisitos, igualdad en las oportunidades, igualdad, igualdad en las exigencias. Del MIr (cagado) ya hablaré otro días. 😉

  7. Estoy completamente de acuerdo contigo ,pero además diría que el acceso a todas las carreras en las que existe nota de corte debería ser igual para todos, es decir distrito único ,EXAMEN ÚNICO, da igual donde se estudie ( pública -privada, Andalucía o Aragón, FP o Bachiller). El exámen MIR ha sido lo mejor que se ha hecho en muchos años, ( Hasta la » cagada» de este año,que espero se solucione para ya «), precisamente por eso , porque lo que importa es el nivel que tiene cada estudiante y compite en igualdad.
    Suerte

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