Mil perdones

(autor foto)

Como suele ser habitual no suelo despedirme nunca cuando voy a faltar a mi «cita» con el blog, bien sea por vacaciones o por otras causas. En esta ocasión además no ha sido por disfrutar de las fiestas, sino que ha habido un agravamiento en la salud de mi padre y me ha tenido más pendiente de él que de nada. Ahora ya está en manos de la ciencia médica que se encargará de paliar sus últimos sufrimientos.

Debido a este nuevo contacto con el Hospital clínico Universitario Lozano Blesa no puedo por menos que resaltar la gran labor que hacen sus profesionales en beneficio de los pacientes a los que les toca tener bajo su supervisión y cuidado. Gracias a todos ellos que trabajan casi con desinterés por ayudar a los enfermos, estos encuentran consuelo en los momentos en que la salud ha disminuido tanto que el dolor o la enfermedad hace que hayamos de recurrir a sus servicios. Da gusto ver el cariño y la amabilidad con las que te tratan.(Con la única condición de que les trates con educación, y aún con todo ejercen su trabajo abnegadamente).

Hoy quiero presentaros un sevicio del SALUD llamado ESAD (Equipos de Soporte de Atención Domiciliaria), cuyo cometido principal es dar atención médica a enfermos crónicos o con graves problemas de movilidad con largo tratamiento. Aunque lo mejor es que veais el archivo Pdf donde lo cuenta con más detalle.  anexoxcircuitosasistencialesyflujosdederivacion

Si quiero hablaros someramente de ellos es para decir el magnífico servicio que prestan como apoyo médico al enfermo y el asesoramiento psico-social que hacen con los familiares, abriendo puertas de apoyo que ,por desconocidas, son poco valoradas. En el caso nuestro supimos de ellos a través de un médico de «guardia» durante una de las primeras visitas por la alarma que genera una situación que siempre te desborda cuando te enfrentas con una enfermedad incurable en un familiar muy próximo. El mundo desconocido de cómo afrontar una muerte anunciada se te hace tan irreal y dificil de controlar que necesitas de todo el apoyo humano que este equipo de profesionales te puede dar y que lo hace con gran generosidad.

La forma de acceso a ellos es a través del médico de familia que te corresponda en el centro de Salud, el cual realiza la tramitación que suele ser casi inmediata, ya que en un par de días vienen a casa del enfermo a evaluar la situación médica, sopcial, apoyos necesarios y sobre todo a ayudar a superar el trance de una manera lo más digna posible.

Pero la dignidad real depende sobre todo del enfermo, quien es el que afronta su propia muerte de una forma personal y manteniendo su propia visión de la vida y cómo enfrentarse a la solución última a la que nadie puede escapar. Los demás estamos ahí para acompañar y ayudar. Y a ello te enseñan y te animan este equipo tan maravilloso de personas que lo componen.

Cuando es el caso, donde los únicos cuidados son paliativos, establecen las dosis y medicación más adecuada al mismo pero sobre todo dan apoyo y fortaleza al paciente y a la familia, intentando que éste llegue a su final de manera tranquila y a ser posible en su casa, rodeado de la gente que le quiere y en un entorno mucho menos agresivo que un hospital.

Nosotros lo hemos intentado, sinceramente, hubiéramos querido llegar hasta ahí en su casa, pero las fuerzas de su cuidadora y esposa han llegado al límite, y el estado del enfermo hace que requiera otro tipo de atención mucho más «definitiva», así que hemos tenido que llevarle al hospital a pesar de la intención. Ahí comparte su miedo y su enfermedad con otros enfermos, lejos de su sillón y lejos de sus últimos «asideros» a la vida. Pero con todo el dolor de nuestro corazón hemos cambiado de intención por ser de difícil puesta en práctica. Así que aunque él mantiene erguida su dignidad, su enfermedad se la ha quitado a «la fuerza» y eso es lo peor de la enfermedad, que te roba lo que más te importa como ser humano, tu caracter, tus cariños y tus rutinas y finalmente hasta la propia vida.

Pero junto al ESAD hemos luchado por vencer y casi hemos ganado la batalla, aunque al final el enfermo necesite algo más que el cariño de una esposa y su familia para adentrarse en la «nueva vida» que prometió Jesucristo.

Os pido perdón por la ausencia y perdón por hablar de un tema triste. Pero os garantizo que con profesionales de la talla humana de este equipo de apoyo, todo ha sido más «compartido» y llevadero.

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

13 respuestas a “Mil perdones”

  1. Hola Carlos:

    Perdona que te haya mandado aquel correo ansioso de noticias sobre tí, no sabía nada sobre esto… y lo siento muchísmo…
    Lo único que se me ocurre es desearte toda la energía y tranquilidad que necesites despues de estos duros días y que todo te vaya bien, que lo mereces…

    Un beso enorme…

  2. A todos vosotros Permitidme que por esta vez no os dedique un comentario personalizado. sin embargo quiero agradeceros a todos vuestras palabras de apoyo y de cariño. Una vez más cada uno de vosotros, con su aportación, me ha ayudado a sentirme querido. Eso es muy importante. Espero saber haceros llegar mi cariño a TODOS, a los que comentais especialmente,por las cosas tan bonitas que habeis dicho. A los demás gracias por vuestra presencia callada que también es una gran muestra de respeto a los sentimientos ajenos. A todos pues muchísimas gracias.

  3. Ánimo Carlos y aunque no te sirva de consuelo hoy vamos a llevar a mi suegro a urgencias, tengo el volante en blanco para pedir una ambulancia.
    El facultativo que vino a casa le recetó un antibiótico, con el comentario de que si en 3 ó 4 días no mejoraba lo lleváramos a urgencias.
    Casi no come, ha perdido la poca movilidad que tenía, ya que no hay manera de que se levante de la cama…
    Como no se si se quedará unas horas o unos días no quiero decir nada en el blog.
    Un fuerte abrazo de tu amigo Emilio.

  4. Carlos , ¡ÁNIMO EN ESTOS MOMENTOS DIFÍCILES!
    Te dejo una pequeña reflexión por si te puede ayudar un poco…

    Hay algo peor que la enfermedad: la angustia, es buena la salud, pero es mejor la paz. la paz hecha de consolación, fruto del abandono confiado. Hay que dejar la salud en manos de la Medicina y lo restante dejarlo en manos de Alguien que puede y sabe mas, soltar los remos y dejar nuestra barca a la deriva de su corriente, para que nos lleve adonde quiera, nos consuele y nos serene.

    La Aurora volverá, como una madre consuela a su hijo pequeño;
    la armonía cubrirá los horizontes
    y ríos de consolación correrán por nuestras venas.

  5. La tarde está muriendo
    como un hogar humilde que se apaga.

    Allá, sobre los montes,
    quedan algunas brasas.

    Y ese árbol roto en el camino blanco
    hace llorar de lástima.

    ¡Dos ramas en el tronco herido, y una
    hoja marchita y negra en cada rama!

    ¿Lloras?… Entre los álamos de oro,
    lejos, la sombra del amor te aguarda.

    «Campo «. Antonio Machado.

  6. Querido Carlos, un abrazo muy fuerte en este momento para ti. Es duro tener que tomar decisiones contrarias a lo que deseamos pero a veces es preciso para evitar males mayores. Aprovecha los momentos que tienes con él y piensa que después hay Algo mejor esperándole. Un beso grande y nunca pidas disculpas porque no hace falta. Los que estamos aquí seguiremos estando el tiempo que haga falta.

  7. Carlos, mucha fuerza y entereza para sobrellevar estos duros momentos…
    Cuenta con nosotros si podemos hacer algo, más allá de lo virtual…
    Un abrazo fuerte.

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